Víctor Valdés busca equipo en la Premier League

Tal y como publicó SPORT en exclusiva el pasado 21 de septiembre, el guardameta Víctor Valdés tiene un acuerdo firmado con el Mónaco para jugar a partir del 30 de junio en la Liga francesa. 

La estratosférica oferta del club presidido por el millonario Dmitry Rybolovlev era de 60 millones de euros, 20 millones como prima de fichaje y 10 millones más por cada una de las cuatro temporadas.

Este compromiso hay que entenderlo desde el más estricto sentido común deportivo ya que ningún futbolista se arriesgaría a no renovar su contrato con su actual club y seguir jugando hasta su vencimiento sin tener una cobertura en caso de accidente o lesión.

Valdés, que ha mantenido una escrupulosa discreción y un sepulcral silencio sobre su futuro, se inclinó entonces por el Mónaco porque la entidad del Principado deseaba construir un gran equipo alrededor de su gran figura, Falcao, ahora lesionado de gravedad.

Durante el transcurso de la presente temporada, el Mónaco está sufriendo para no perder la estela del gran dominador de la Liga, el  PSG de Ibrahimovic, que le saca cinco puntos de ventaja y tiene el título muy cerca. Y paralelamente, la entidad monegasca ha sido obligada a pagar 50 millones de euros para seguir jugando en el campeonato francés, según los términos del compromiso alcanzado con la Liga Profesional de Fútbol (LPF), que le reclamaba una compensación económica por las suculentas ventajas fiscales del Principado para garantizar la igualdad financiera de los clubs. Existe una Ordenanza Real de 1969 por la que los futbolistas quedan exentos de pagar impuestos.

A pesar de esa oferta económica y de ese proyecto deportivo, Víctor Valdés añadió en el contrato con el Mónaco una cláusula de “escape”. Es decir, a cambio de una compensación puede romper ese compromiso siempre y cuando avise antes de una fecha determinada para, en caso de no querer jugar en el Mónaco, éste equipo tenga tiempo suficiente para encontrarle sustituto.

Lo cierto es que, a tenor de los movimientos de los representantes del meta catalán, éste todavía no tiene completamente decidido jugar en el Mónaco y, al parecer, prefiere ganar menos dinero a cambio de formar parte de en una liga más competitiva y atractiva. Y una vez ha triunfado en la liga española, es la liga inglesa, la Premier League, la que más le seduce.

Los contactos formales con el Manchester City y el Liverpool, así como con otros clubs, han existido. Con el City se vienen produciendo antes incluso de la llegada de Pellegrini como entrenador. El problema del City, si es que a eso se le puede llamar problema, es que tiene como portero al titular de la selección inglesa, Joe Hart. Es un jugador venerado por una afición que podría ver con malos ojos que otro jugador extranjero le corte el camino a un futbolista tan carismático.

Txiki Begiristain, director deportivo del Manchester City, llegó a plantearse la posibilidad de contar en la plantilla con Hart y Valdés, si bien esa combinación también podría llegar a provocar el mismo debate que desde hace meses se ha instalado en el Real Madrid con dos grandes porteros como son Iker Casillas y Diego López. Las únicas dudas con Hart se tuvieron cuando atravesó una época en la que su rendimiento bajó muchos enteros y sus malas actuaciones le costaron muy caras al City, como la derrota ante el Chelsea en el último segundo del encuentro de la primera vuelta. Errores que le costaron la suplencia.

Hart ha vuelto por sus fueros y parece inamovible de la portería de los ‘citizens’, así como de la selección inglesa en el Mundial de Brasil. Por lo tanto, el City no le puede garantizar a Valdés una plaza en su plantilla de la próxima temporada. Y el tiempo corre.

Le queda la opción del Liverpool, otro histórico que anda peleando por la Liga pero que, dada la igualdad que hay en la Premier, igual hasta puede quedarse sin jugar la Champions League el próximo curso.

Mientras deshoja la margarita, Valdés tiene el colchón del Mónaco y el desafío de salir del FC Barcelona levantando más trofeos y ganando otro Zamora. Es decir, agrandando su leyenda.