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El vestuario del Barça: "Acabaremos más fuertes que el Madrid"

El optimismo reina entre Luis Enrique y sus ayudantes. Están encantados de la respuesta de unos futbolistas que ven cada día mejor

El staff técnico  está seguro que el plan diseñado garantiza un gran final

El staff técnico está seguro que el plan diseñado garantiza un gran final / sport

Jordi Gil

El Barça se marchó a las vacaciones navideñas un punto por detrás del Madrid, con un partido menos, clasificado para los octavos de final de la Champions como primero de grupo y sin problemas en la Copa. Una situación que teóricamente debería reconfortar a los culés, pero imperan las dudas en el entorno. El juego y, sobre todo, los cambios de timón constantes de Luis Enrique han generado desconcierto de puertas afuera, una sensación opuesta a la gran confianza que mantiene el staff y sus ayudantes con su idea de trabajo.

El optimismo entre los técnicos que diseñan la preparación del equipo es total hasta el punto que en el vestuario se ha llegado a deslizar un mensaje contundente: “Ganaremos la Liga”. Una frase que más que un deseo es un convencimiento. La trayectoria del Real Madrid no asusta. Los profesionales entienden como normal que el conjunto blanco haya atravesado unas semanas exhibiendo un punto álgido de forma. Algo similar ocurrió en la temporada 2011-12 en Can Barça. Pep Guardiola centró la preparación en cuajar un pletórico fin de año, con la victoria en la Liga en el Bernabéu y el Mundial de Clubs en Japón, pero que acabó desinflándose hasta el punto que el Madrid de Mourinho ganó el campeonato con cierta comodidad. Aunque hubo factores adversos incontrolables, como unos arbitrajes escandalosos a favor de los intereses blancos, también es cierto que el Barça pagó el esfuerzo de un final de año muy intenso y un inicio del 2012 también duro con las eliminatorias coperas.

Este precedente se tiene muy en cuenta en la caseta barcelonista y creen que se puede repetir la historia, pero en esta ocasión con final feliz blaugrana. “Acabaremos más fuertes que el Madrid. Vamos a remontar”, es otro de los comentarios extendidos entre los integrantes del conjunto catalán analizando la progresión de sus propios futbolistas y los del rival. Los jugadores están mostrando una buena respuesta física a la nueva metodología del asturiano y la previsión es que en el mes de enero mantengan el  tono en un calendario muy cargado. En cambio, el Real Madrid puede pagar el esfuerzo del mes de diciembre. Algunos de sus pilares como Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos acabaron tocados y otros futbolistas clave como Modric o James tuvieron lesiones. Otro caso que crea dudas es el de Kroos. El alemán prácticamente no ha descansado en un año de ensueño con la conquista del Mundial y su fichaje por el Real Madrid. Carlo Ancelotti no ha podido darle descanso tras la fuga de Xabi Alonso y el bajo rendimiento de Illarramendi, por lo que lo ha jugado casi todo. Kroos estaba habituado en Alemania a cargar pilas en enero cuando se interrumpe la Bundesliga. Ahora no podrá hacerlo y está por ver si podrá aguantar el ritmo competitivo español.

Luis Enrique y su staff tienen estudiados todos los detalles. Son fieles a una manera de trabajar, que consideran muy válida y no la alterarán. Entienden que en sus otros equipos le ha acabado por dar buenos resultados y se mantendrá fiel a su guión. El plan, por tanto, de rotar mucho al equipo y realizar cambios constantes de alineaciones seguirá intacto. El asturiano está empecinado en que es la mejor manera para que los futbolistas estén enchufados y no bajen la guardia. Las variaciones constantes también tienen el fin de dejar a los entrenadores rivales sin pistas de lo que pueden hacer y Luis Enrique cree que este factor puede añadir detalles sorprendentes que decanten partidos trascendentes como los que se presentan en la recta final de temporada.

Los futbolistas, por su parte, tienen muy claro que el técnico no cambiará y se han mentalizado para ir con su idea hasta el final. Algunos de ellos no acaban de comprender el sentido de muchos de los cambios tanto de alineaciones como de planteamientos, pero se fían de su entrenador. Sus explicaciones son tan directas y llenas de persuasión que les conducen a pensar que el sistema acabará por dar buenos resultados. Los futbolistas saben que la exigencia física es máxima en un esquema táctico de mucha ida y vuelta y deben emplearse a tope. Si bajan el pistón, el equipo no funcionará y Luis Enrique no dudará en cambiar piezas. El proyecto del técnico afronta el momento de su confirmación. Los mecanismos siguen engrasándose, pero ha llegado el momento de dar un acelerón.