Historia SPORT

Una extraña afección demoró un año el fichaje de Muniesa por el Barça

Félix Sánchez, extécnico del fútbol base, llamaba cada mes a su familia para interesarse por él

Redacción

Marc tenía nueve años cuando tuvo el primer contacto con el Barça. Jugaba en la PB Lloret de Mar y Albert Benaiges le vio potencial para vestirlo de blaugrana. Pero una extraña afección le obligó a dejar el fútbol durante un año. Fue un año negro para la familia, que se lo pasó viajando arriba y abajo en busca de una respuesta médica.

Muniesa lo pasó muy mal porque cualquier pequeño golpe podía provocarle hemorragias internas que podían haber causado problemas mayores. Y porque sabía que el Barça, su equipo, iba detrás suyo y creía que el tren solo pasaba una vez. Hasta que acudieron al Hospital Josep Trueta, donde encontraron la solución a todos sus problemas. Medio año más tarde, Marc podía volver a calzarse unas botas. Durante los doce meses más largos de su vida hubo una persona que no dejó de llamar nunca a casa: Félix Sánchez.

El entonces técnico que debía acoger en su equipo al defensa se interesó por él cada mes más allá del fútbol. Quería saber cómo se encontraba, si todo iba bien. Y cuando llegó la hora de volver a jugar, a Muniesa le costó porque llevaba un año sin hacerlo. Lo hizo primero de la mano de su padre, que entonces entrenaba en la PB Lloret de Mar y le dio la oportunidad de vestirse de corto y, a la que tuvo ocasión, Félix Sánchez se lo llevó a Barcelona. En principio, solo para entrenar porque a Marc aún le era imposible competir al mismo nivel que sus compañeros. De hecho, el primer día de entrenamiento acabó agotado, casi sin fuerzas. Pero aquello le sirvió para hacerse más fuerte y para llegar a ser el futbolista que es hoy en día. Más adelante viviría un nuevo año en blanco, cuando se rompió los cruzados siendo cadete. Dos episodios negros en una carrera que la próxima temporada llega a su punto culminante.