El homenaje culé de una familia a su joven hijo fallecido

El último gran recuerdo de Marc

Tenía solo 16 años y una desbordante pasión por el Barça, pero poco después del partido ante el Celta falleció por un problema cardíaco

J. Giraldo

No es una historia con final feliz, pero seguro que el tiempo dulcificará los recuerdos de la familia de Marc Ramon, un chaval mallorquín de 16 años, enamorado del Barça y que falleció el pasado 14 de noviembre, pocos días después de haber cumplido su gran sueño, ver a su equipo del alma en directo. El Barça-Celta fue su último partido, pero su pasión por los colores del Barça ayuda a mantener vivo su recuerdo entre sus padres, Gabriel y Maria, y su hermana Marta, de once años, igualmente `loca¿ por el Barça.

Marc había nacido con una enfermedad metabólica (acidemia propiónica) que tenía controlada, y cada año repetía junto a su familia un ritual que le llenaba de vida: desde Lloseta, en el centro de la isla de Mallorca, al Camp Nou, su lugar de peregrinación favorito, porque vivía el barcelonismo con una pasión desbordante: en la víspera del choque ante el Celta visitó el museo, el estadio y la tienda. Y horas antes del partido, también se acercó al campo para ver el autobús del equipo llegando al estadio. “Fueron dos días inolvidables”, recuerda con emoción su padre, Gabriel.

Todo empezó a ir mal después del partido: Marc se encontró mal (el primer diagnóstico fue una infección en los pulmones, neumonía y una descompensación metabólica. Ya en Mallorca, se quedó ingresado en el Hospital Son Espases, donde los médicos le detectaron una miocardiopatía dilatada severa que no pudo superar.

Su familia, que seguirá cumpliendo el ritual de visitar el Camp Nou una vez al año, ha encontrado en el Barça la mejor manera de recordarle. “Saber que durante al menos un día, Marc podrá compartir las páginas en las que normalmente salen sus ídolos es uno de los mejores homenajes que podíamos hacerle”, resume su padre.