La cláusula es de 35 millones de euros

Txiki y Soriano encarecen a Isco

El poder económico del City impedirá que el Barça pueda lanzar sus redes hacia uno de los futbolistas de moda. Gündogan se perfila como la mejor opción

Jordi Gil

El fichaje de Isco Alarcón por el Barça se contempla como una opción de enorme dificultad. El centrocampista del Málaga es uno de los futbolistas que figura en la lista elaborada por Tito Vilanova de refuerzos para la próxima temporada, pero la secretaría técnica deberá buscar otras alternativas ya que la entrada en liza del Manchester City pone al club blaugrana en una gran desventaja en la carrera por su incorporación.

Isco es uno de los futbolistas más codiciados actualmente en el mercado europeo. A sus 21 años, el futbolista ha maravillado Europa con sus actuaciones tanto en la Champions League como en el campeonato español. El Málaga, consciente de que difícilmente podría retenerlo otra temporada, alcanzó esta temporada un acuerdo para la ampliación de su contrato hasta el 2016. Al jugador le mejoraron sus condiciones a cambio de un aumento de su cláusula de rescisión que ha pasado de 21 a 35 millones de euros.

El Málaga no lo venderá por una cantidad menor, sobre todo tras conocer que el Manchester City está dispuesto a pagar la totalidad de la cláusula. Sus dirigentes, Ferran Soriano y Txiki Begiristain, han sondeado su incorporación y los 35 millones se consideran muy asequibles por sus posibilidades económicas. Isco es un futbolista que se adapta al estilo de juego que quiere potenciar Begiristain en el conjunto inglés. El vasco también está en negociaciones con el entrenador malaguista, Manuel Pellegrini, para que se convierta en el sustituto del desafortunado Roberto Mancini, cuyo estilo de juego no ha convencido para nada en las islas.

La llegada de Isco plasmaría el cambio de mentalidad en el City. Sería una pieza angular en el nuevo proyecto y, por ello, los 35 millones que significan su fichaje no se contemplan ni mucho menos como una barrera. El Barça, en cambio, quería plantear su incorporación por un precio menor. El club blaugrana quería seducir al futbolista porque fuera el primero en presionar al Málaga para que accediera a su pase al Camp Nou. Éste es el cartucho que deberá jugarse Andoni Zubizarreta para satisfacer uno de los objetivos de Vilanova, aunque parece difícil que llegue una respuesta afirmativa ante el golpe de talonario que están dispuestos a dar en Manchester. El intento de convencer al futbolista con argumentos deportivos todavía sería más complicado si el City se hace con los servicios de Pellegrini, el entrenador que ha dado al futbolista su máxima confianza.

Todo apunta a que el Barça deberá centrase en otros objetivos para reforzar el centro del campo y, en este sentido, Ilkay Gündogan, se perfila como la mejor opción en relación calidad precio. El centrocampista del Borussia Dortumd tiene a priori un caché inferior que el de Isco, si bien podría revalorizarse en caso de que su equipo se imponga en la final de la Champions al Bayern de Múnich.

El cuerpo técnico quiere otro futbolista para medular, aunque desde el club no se contempla ni mucho menos como un problema grave que no llegue ningún otro futbolista en esta demarcación. Desde las oficinas barcelonistas se contempla como en la actual plantilla existen muchos jugadores del perfil similar al de Isco. El futbolista más parecido a él es Thiago Alcántara, un jugador que la mayoría de expertos futbolísitcos sitúan incluso a un nivel superior al de Isco. Por ejemplo, Vicente del Bosque siempre ha mostrado una gran confianza en el hispano-brasileño y está por encima del andaluz en sus predilecciones, si bien no lo ha podido introducir en las últimas convocatorias por la falta de continuidad en el Barça. Por si fuera poco, Xavi, Iniesta y Cesc son otros interiores de élite consagrados que hoy por hoy superan a Isco y en la cantera están preparados otros centrocampoistas con llegada como son Sergi Roberto y Rafinha.

Isco sería un buen complemento para la plantilla, pero difícilmente podría considerarse como un futbolista llamado a ser titular. Este factor hace muy cuestionable la conveniencia de desembolsar 35 millones de euros cuando existen otras posiciones que requieren de refuerzos de manera mucho más urgente. La llegada de un central es una obviedad y Thiago Silva costaría unos 45 millones de euros, que se deberían sumar a los 40 que significarían Neymar.

Aunque se puedan recaudar con la salida de jugadores como Valdés, Villa o Alexis Sánchez, la suma que implica la llegada de un central y un delantero solo permite la incorporación de un futbolista para el centro del campo a un precio asequible.