Tsunami arbitral por el escandaloso robo al Barça en el Villamarín

El gol legal que el colegiado Hernández Hernández no vio en el Benito Villamarín ha desatado un auténtico tsunami de imprevisibles consecuencias. El colectivo arbitral está en el punto de mira tras los últimos escándalos y la propia FIFA se interesó ayer por el asunto. Pierre Luigi Collina, presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, le pidió explicaciones a Ángel María Villar y a los dirigentes arbitrales españoles sobre las últimas polémicas y pidió que tomen cartas para evitar que las cosas vayan a más.

Collina coincidió con los máximos responsables arbitrales españoles en unas conferencias celebradas en Málaga y dónde asistieron los seis mejores colegiados de Primera División. El popular excolegiado italiano preguntó sobre el revuelo mediático de las últimas semanas y se lamentó por el protagonismo arbitral negativo que estaban protagonizando algunos colegiados. En España, el estamento arbitral también está muy preocupado porque el objetivo prioritario era elevar el nivel de los árbitros para tener más protagonismo a nivel internacional y las últimas polémicas podían arruinar el trabajo realizadodíaz vega interviene 

La preocupación se hizo evidente en las horas posteriores al Betis-Barça de este pasado domingo. Según relatan fuentes del propio estamento arbitral, el presidente del Comité Técnico de Árbitros, el excolegiado Manuel Díaz Vega, llamó al árbitro José Alejandro Hernández Hernández para recriminarle su actuación. Díaz Vega entendía que debía haber tomado la decisión de dar el gol sin tener en cuenta la opinión del asistente porque el propio colegiado tenía la distancia y perspectiva adecuada para ver que la pelota había traspasado la línea de forma clara.

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Hernández Hernández no se atrevió a decidir y se fió del asistente, que decidió no correr al centro del campo porque no vio la jugada. El error fue considerado muy grave, pero el árbitro principal llevaba una temporada intachable y no recibirá ningún tipo de castigo.

Fuentes arbitrales consultadas por esta redacción coincidían en que el ‘marrón’ se lo comerá el árbitro asistente, Teodoro Sobrino, que podría pasar unas semanas en la nevera para apaciguar los ánimos. Y eso que algunos árbitros de Primera no le consideran culpable porque el futbolista del Betis tapaba su visión y era imposible que pudiera ver nada con exactitud a tanta distancia.