El Milan sigue empeñado en el fichaje del centrocampista

Thiago, la gran obsesión de Galliani y Allegri

En Milán insisten en que la única opción para dejar salir a Thiago Silva pasa por la llegada del mayor de los Alcántara

Ezzio Rossi

Desde su llegada al banquillo del Milan, Massimo Allegri pidió al vicepresidente y hombre fuerte del club, Adriano Galliani, un proyecto ambicioso para rejuvenecer la plantilla. La defensa era prioritaria, pero el centro del campo no podía quedar al margen. Eran necesarios varios futbolistas con un perfil muy concreto: jóvenes promesas con talento y un coste económico más que reducido. Ahí encajaba a la perfección un Thiago Alcántara en alza pero sin el nombre suficiente para romper el mercado.

Adriano Galliani puso el nombre como alternativa, Massimo Allegri dio su beneplácito y el brazo ejecutor del Milan se puso en contacto con la dirección deportiva del Barça. Sin embargo, no hubo manera de realizar la operación. Según confesó el propio Galliani, el club blaugrana se negó en redondo a negociar la salida de su joven estrella.

Fuentes del club han confirmado que los intentos de Galliani han sido repetitivos durante varios meses. En Can Barça todavía se recuerda que durante el proceso de ampliación y renovación del contrato de Thiago Alcántara, que se prolongó más de lo deseado, se aludió a la presencia del Milan como elemento distorsionador. Entonces se interpretó que el club rossonero estaba dispuesto a acoger al centrocampista si éste forzaba su salida como blaugrana. El pasado mes de junio, el Barça confirmaba que Thiago Alcántara quedaba más que atado de cara al futuro.

Hasta ahora la postura del Barça ha sido inflexible y el Milan, a falta de partida económica, no ha tenido elementos de presión. Pero la presencia de Thiago Silva ha cambiado por completo el decorado. El club blaugrana quiere al central brasileño como pieza fundamental para el futuro, pero se trata de uno de los escasos puntales que aún sostienen al equipo milanista. Una situación más que compleja.

Galliani, con permiso de Allegri, estudia el nuevo escenario. Si el brasileño acaba recalando en el Camp Nou, el Milan quiere a Thiago como moneda de cambio más diez millones de euros. Una operación muy compleja pero ahora sí es factible.