Sube, el ímpetu de Suárez; baja, el desorden defensivo

Suárez jugó un gran partido

Suárez jugó un gran partido / AFP

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Pocos jugadores aportan tantas cosas en tantos apartados como Luis Suárez. El uruguayo volvió a marcar, esta vez contra la Real, pero sobre todo dejó la sensación de vivir el partido como nadie.

Su ímpetu se contagia y su afán competitivo no entiende de rivales. La palabra intangibles debería haberse inventado para el uruguayo, el más positivo en el área; un goleador impagable y un asistente magnífico.

Ante la Real logró la número 49 desde que debutó en el BarçaDenis fue el gran beneficiado. Más tarde marcó el suyo tras una asistencia de su amigo Leo.

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Baja

En un partido jugado en las dos áreas, al Barça le faltó solidez defensiva. No necesitó muchas ocasiones la Real para lograr dos tantos en el Camp Nou.

Cillessen se quedó a media salida en el primer tanto. Y poco pudo hacer en el segundo tras un cabezazo imponente. Antes el portero holandés hizo una parada de mérito, la mejor desde que está en el Barcelona. 

La pegada azulgrana contrastó con la falta de contundencia en la otra área. No tuvieron su dia jugadores como Umtiti y Piqué, y la Real se mostró muy ambiciosa en todo momento.