"¡Suárez, Suárez, Suárez!"

La 'gent blaugrana' tenía ganas de ver por primera vez a su nuevo ídolo, el último en incorporarse a la plantilla debido a la sanción de la FIFA que, hasta la semana pasada, le impedía trabajar junto a sus compañeros y pisar incluso las instalaciones del club.

El nuevo dueño del dorsal '9' del Barça fue recibido con cánticos de "¡Suárez, Suárez!" y una atronadora ovación nada más poner el pie en el césped del Camp Nou por parte de los cerca de 30.000 espectadores que acudieron a la presentación del equipo, que tuvo lugar una hora antes de empezar el amistoso ante el Club León mexicano en el Trofeo Joan Gamper.

Como manda la tradición, los 23 jugadores fueron saliendo uno por uno al campo mientras Manel Vic anunciaba sus nombres por megafonía. Suárez fue el 19º jugador en pisar el campo. Antes que él, fueron entrando todos los integrantes del cuerpo técnico y los futbolistas que ya formaban parte del equipo la temporada pasada, por orden de dorsal. Y, a continuación, lo hicieron los fichajes y nuevas incorporaciones: Ter Stegen, Rafinha, Rakitic -'piropeado' en tono jocoso por alguno de sus compañeros-, por este orden. Todos y cada uno de ellos fueron ovacionados con entusiasmo -al igual que el resto de compañeros-. Aunque, quien se llevó la palma fue, con diferencia, el uruguayo.

El único que pudo hacerle sombra a nivel de decibelios fue Leo Messi ( y, en menor medida, el nuevo técnico, Luis Enrique Martínez, vestido para la ocasión con una elegante camisa blanca y pantalón beige). El argentino fue aclamado al entrar al campo con el grupo de los capitanes, del que forma parte junto a Busquets, Iniesta y Xavi.

El '6' azulgrana abrió a continuación la rueda de parlamentos con un sentido discurso, que empezó dándole las gracias "a quienes nos han dejado este año, en especial (el ex utillero) Txema Corbella, Víctor Valdés y Carles Puyol", así como la bienvenida a los nuevos y prometiendo que "nos dejaremos el alma y la piel para conseguir todos los éxitos esta temporada".

En la misma línea, el técnico Luis Enrique cerró el turno de palabra destacando la entrega de sus discípulos en los entrenamientos, y pidiendo a la afición "que los ayude, sobre todo cuando las cosas no salgan bien, que es cuando más lo necesitan". Su desafío es que la 'gent blaugrana' se sienta "orgullosa de nosotros". Por ahora, parece que lo está: si algo no le faltó a los asistentes durante la presentación, fue, precisamente, ilusión.