Stoichkov desvela cómo Cruyff mantenía motivados a los jugadores del 'Dream Team'

Cruyff fue el gran valedor de la llegada de Stoichkov

Cruyff fue el gran valedor de la llegada de Stoichkov / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Cuando está a punto de cumplirse un año de la muerte de Johan Cruyff comienzan a sucederse los homenajes a la figura y al legado del holandés, fallecido el 24 de marzo de 2016, a los 68 años de edad: uno de dichos homenajes se lo dedica la revista ‘Panenka’, que este martes, día 14, sale a la calle con un número dedicado casi en su totalidad a repasar la herencia de Cruyff.

En dicho número, el ex blaugrana Hristo Stoichkov explica su peculiar relación con Johan Cruyff, el entrenador que le fichó para el Barça y que acabaría siendo decisivo para convertirlo en el mejor jugador del mundo y ganador del Balón de Oro en 1994.

Dedicó muchas tardes a enseñarme lo que tenía que hacer en el campo”, desvela el búlgaro en ‘Panenka’. “Eres un jugador de Balón de Oro, yo tengo tres y quiero que tú tengas uno’, me dijo un día”, le dijo Cruyff a stoichkov poco después de la llegada del búlgaro al Barcelona.

El búlgaro, además, descubre algunos de los trucos del holandés para tenerlo siempre motivado. “Era más amigo de lo que podía suponerse. Nunca separaba la faceta de padre de la de entrenador. Delante del grupo era capaz de decirme que era un desastre, que me iba a traspasar, y al final del entrenamiento ir a comer juntos. Me mataba delante de todos y en privado me acariciaba el brazo, diciéndome que era el mejor”. 

Cruyff empleaba esta técnica con otros jugadores de aquel Dream Team. “Delante de todo el grupo o en los entrenamientos decía lo mismo.' Esto que has hecho no vale para nada, no me jodas'. Pero si he metido tres goles. 'Bah, nada, no te crezcas', insistía. Me acuerdo de Romário, después de que le metiera tres goles al Madrid en el 5-0. Lo sentó en el banquillo contra el Sevilla en el siguiente partido. Me acerqué al míster y le dije: '¡cómo metes a Romário de suplente! Jugamos los dos, liquidamos pronto el partido y ya está'. 'Calla, calla, que va crecido. Lo sacaré en el segundo tiempo, meterá un par y ganaremos', me respondió. Pero claro, no contaba con que Romário estaba cabreado y nada más salir le pegó un puñetazo a Simeone y le expulsaron. Era una manera de trabajar, de motivar a la gente, distinta”, explica Stoichkov.

La historia de su fichaje por el Barça

El ex del Barça también recuerda cómo fue su primer contacto con Cruyff, en Palma de Mallorca, en agosto de 1989. “Me subieron a un coche y fuimos al hotel del Barça. Entré en una habitación donde estaba Johan sentado en un sofá y fumando un pitillo. No me lo creía, ¡Cruyff delante de mí! No me asusté pero me entró un respeto reverencial hacia él. Me dijo que quería ficharme, pero al año siguiente. El Barça ya tenía tres extranjeros [Aloisio, Koeman y Laudrup], uno debía marcharse y entonces llegaría yo. Me dijo, ‘tú regresas a Bulgaria, procuras ser un jugador ejemplar esta temporada, que no te expulsen, y vendrás al Barça tranquilamente’. Al día siguiente, en el torneo de Mallorca, va y me expulsan, contra el Barça precisamente. Después del partido me volvió a pedir tranquilidad. Luego supe que cada dos o tres semanas enviaba a alguien a seguirme. Siempre le estaré agradecido; siempre”. 

Stoichkov también relata varias anécdotas divertidas sobre aquel Barça de Cruyff, como cuando aprendió castellano gracias a la ayuda de sus compañeros, a pesar de que Bakero le hacía bromas constantemente. “Un día, Bakero me dijo, ‘cuando veas al míster, le dices: hola, eres un hijo de puta'. Y yo, al ver al míster en el entrenamiento dar los buenos días, le respondí: 'Buenos días, eres un hijo de puta'. El míster pasó de mí y se fue hacia Bakero, claro, sabía que me lo había enseñado él. Eran bromas sin malicia. A Charly [Rexach] le dije 'eres cojo' porque me habían dicho que significaba guapo. Se reían a costa mía”.