Los predecesores blaugrana de Leo Messi (III)

Stoichkov, Balón de Oro clave para el 'Dream Team'

Hristo Stoichkov recibió el premio al mejor jugador de fútbol de Europa en 1994 tras cuatro magníficas temporadas con el Barça

Melani Estrems

Hristo Stoichkov fue uno de los futbolistas más polémicos de los años noventa, pero también uno de los más carismáticos y entregados a los colores blaugrana.

El búlgaro cautivó al técnico Johan Cruyff en un partido de la Recopa de Europa disputado en el Camp Nou. Stoichkov militaba en el CSKA Sofia e hizo un partidazo ante el Barça; su preciosa vaselina convenció al entrenador blaugrana para incluirlo en su proyecto de equipo.

El búlgaro llegó al Barcelona en 1990 para explotar su talento y mostrar su carácter. El '8' blaugrana se convirtió en una de las piezas clave del 'Dream Team' de Cruyff, que conseguiría cuatro Ligas, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, dos Supercopas de Europa, una Recopa y por encima de todo, la primera Copa de Europa en Wembley, el 20 de mayo de 1992.

Los grandes éxitos que cosechó en el Barcelona, juntamente con su papel con la selección búlgara en el Mundial de Estados Unidos, donde el zurdo fue el máximo goleador de la competición con seis goles, permitieron que Stoichkov fuera reconocido en 1994.

El 21 de diciembre de 1994, en los prolegómenos de un Barça-Betis (1-1), Hristo ofreció el galardón a los aficionados del Camp Nou.

El semanario francés 'France Football' premió al delantero con el Balón de Oro por su velocidad, por la calidad de su zurda, y por su demostración goleadora. Un zurdo muy diferente a Leo Messi o a Andrés Iniesta, sus herederos blaugrana que compiten por el galardón en la <strong>edición de este año del Balón de Oro</strong>

El temperamental jugador cumplió el sueño que había tenido desde pequeño y ganó esa edición por delante de Roberto Baggio, la estrella de la Juventus, y Paolo Maldini, el eterno defensa del Milan.

A Stoichkov solo le faltó ganar el FIFA World Player para completar un año redondo. Ese premio no fue para el jugador búlgaro, pero tampoco recaló muy lejos; Romario, su compañero en el Barça, se llevó ese galardón tras un año extraordinario para el ariete brasileño.