El silencio de Arda Turan

Arda Turan, jugador del FC Barcelona

Arda Turan, jugador del FC Barcelona / sport

Esther Blasco

Esther Blasco

El jugador turco Arda Turan no ha sido capaz de encontrar su sitio en el Barça. Le fue imposible hacerlo con Luis Enrique en el banquillo, con una medular sobrepoblada y un tridente insustituíble. Pero tampoco ha podido convencer a Ernesto Valverde, con quien el exjugador del Atlético permanece inédito en competición oficial. 

El futbolista parece hallarse en un callejón sin salida. El pesado verano el club le puso en bandeja la salida, con destino a su país. Pero Arda se negó y prefirió quedarse en el equipo, a pesar de saber que no contaría con oportunidades. 

Desde entonces, el jugador ha vivido en el más absoluto ostracismo. Turan ha entrado en solo una convocatoria, en la primera jornada de Liga ante el Betis, y no ha disputado ni un solo minuto, escudado bajo dos sospechosas lesiones. Con las sesiones de entrenamiento a puerta cerrada, se hace complicado valorar el trabajo del jugador. No obstante, su presencia es anecdótica incluso en el resumen fotográfico que el club comparte a diario al término de las sesiones, en el que hay que remontarse al 25 de septiembre para encontrar la última imagen del turco.

El centrocampista llegó a la disciplina azulgrana en verano de 2015 después de que el Barça pagara 34 millones más variables al Atlético. Quizás, hoy en día, con un mercado disparado, parece una cantidad modesta. Pero en aquel momento el excolchonero se convirtió en el séptimo fichaje más caro de la historia del Barça. Turan ha sido víctima de las altas expectativas que suponía la llegada del 'ardaturanismo' al Camp Nou. 

silencio autoimpuesto

El jugador ha optado por mantener un perfil bajo ante su situación. A pesar de ser usuario habitual de las redes sociales, Turan guarda silencio. 

Su cuenta de Instagram está inactiva desde el pasado 5 de octubre, cuando compartió un vídeo en el que un grupo de niños celebraban su partido número 100 con la selección turca. Un día después, su país se despedía del Mundial de Rusia al caer ante Islandia (0-3) y la prensa turca señalaba directamente al azulgrana como el gran culpable. Arda se mantuvo al margen. 

El jugador rompió su silencio hace cuatro días, en su cuenta de Twitter. Sin embargo, no fue para dar la cara por sus compañeros, sino para hacer una broma (que nadie entendió), en respuesta a un tuit de Marc-André Ter Stegen. Su reacción provocó la ira de los aficionados turcos.