JOHAN CRUYFF (1947-2016)

Seis años del nombramiento de Cruyff como presidente de honor

El 26 de marzo de 2010 la junta directiva del FC Barcelona encabezada por Joan Laporta nombró a Johan Cruyff presidente de honor

Cruyff devolvió la medalla el 2 de julio de 2010

Cruyff devolvió la medalla el 2 de julio de 2010 / sport

Xavier Ortuño

Una triste coincidencia, este sábado se cumplen seis años del nombramiento de Johan Cruyff como presidente de honor del Barça. La junta directiva encabezada por Joan Laporta nombró el 26 de marzo de 2010 a Johan Cruyff presidente de honor. El director general del club en ese momento Joan Oliver apuntó que se tratataba "de un rango protocolario" y que se trataba de "un reconocimiento honorífico".

Oliver quiso dejar claro que el nombramiento estaba de acuerdo con el artículo número 16 de los estatutos, el mismo por el que se nombró a Joan Gamper como socio número 1.  

"La Junta ha decidido que Cruyff reúne todos los requisitos, tanto como jugador y entrenador, y como persona inspiradora o fundador de un modelo en la concepción de juego del club que nos ha llevado a los éxitos en los últimos años", expusó Oliver.

El día 8 de abril se hizo el acto público de investidura de Johan Cruyff como presidente de honor al que asistieron Bobby Charlton, Eusebio y Pep Guardiola entre otros.

En el verano de 2010 llegó al FC Barcelona una nueva directiva, encabezada por Sandro Rosell. El portavoz de la junta, Toni Freixa realizó unas declaraciones que fueron el detonante para que Johan devolviera la insignia (y el cargo que la acompañaba) que recibió de manos de Joan Laporta: "Es un acuerdo que no se ajusta a los estatutos, por lo que tendría que producirse una modificación para incluir este precepto. Acordar un nombramiento de un miembro de Honor debe estar en los estatutos, y no está recogido".

Y el día 3 de julio, durante la primera rueda de prensa de Sandro Rosell como nuevo presidente del FC Barcelona Johan Cruyff acudió a las instalaciones del club para devolver la insignia: "Parece ser que molesto, por lo tanto devuelvo la insignia y un problema menos. Aceptar esa insignia es mucho más difícil que devolverla".

Rosell fue preguntado por lo que acababa de suceder y respondió: "Me gustaría que siguiera siendo presidente de honor del Barça si los estatutos lo contemplasen y si los socios así lo quisieran". Nunca más se supo.