Milan Piqué y Enzo Busquets, protagonistas inesperados de la celebración del FC Barcelona

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Una vez más, los jugadores del Barça celebraron el título con sus respectivos hijos y parejas sobre el césped del Vicente Calderón. Fue una fiesta tranquila, sin éxtasis pero con mucha ternura.

El tópico “cada loco con su tema” se podía aplicar a la perfección. Mientras Rakitic y su esposa Raquel Mauri daban abrazados un romántico paseo por el campo, los miembros de la ‘MSN’ observaban en el centro del campo cómo sus hijos corrían arriba y abajo. No faltó la clásica foto del tridente y los pequeños, iniciativa liderada por Luis Suárez. Y es que bastante tenía Messi con intentar que Thiago y Mateo no se perdieran entre tanto festejo.

Otros, como Alcácer,  o Jordi Alba, aprovechaban para posar con la Copa junto a sus íntimos. El delantero, por cierto, se acercó a la grada para ‘colar’ en el césped a su hermano y a sus amigos. Más activo, Aleix Vidal hacía de director de orquesta con los cánticos de un gol sur que no dejaba de corear su nombre.

Por su parte, Samuel Umtiti, nuevo ídolo del barcelonismo, respondió a los elogios de la afición entregando su camiseta y hasta sus botas. La idea pareció gustarle a Rakitic, que también se descalzó con el mismo objetivo.

Seguramente más apagado por su lesión en la rodilla, Mascherano vivió la fiesta de una forma más comedida. El argentino charló con Robert Fernández en lo que pareció ser una profunda conversación. Aunque en principio el ‘Jefecito’ seguirá, ya hace un par de años que su futuro parece estar en el aire cuando llega el verano.

Pero lo mejor estaba por llegar y tuvo, como no, a Piqué como protagonista. Con las redes de la portería colgando de su cuello, una imagen ya habitual en el central catalán a la hora de festejar títulos, el ‘3’ se animó a dar unos toques de balón con sus hijo Milan.

La cosa fue ganando en expectación cuando la grada empezó a cantar “¡Que Milan marque un gol, que Milan marque un gol!”. A partir de ahí, Piqué recogió el guante y trató repetidamente de que así fuera. Sin embargo, Milan parecía dispuesto a hacerse de rogar. Cada vez que se acercaba a la línea de gol, decidía pensárselo dos veces.

Finalmente, el gol acabó llegando. Pero no lo marcó Milan, sino Enzo Busquets. Ante la atenta mirada de varios de los jugadores del Barça que se iban quedando enganchados a la intrigante escena, Enzo anotó un tanto que los aficionados celebraron tanto o más que los de Messi, Neymar y Alcácer durante el partido.