FC Barcelona

Ruben Sosa: "A Luis Suárez lo querían mandar a casa porque no hacía goles"

Ruben Sosa habla de los comienzos de Luis Suárez en el Nacional de Montevideo

Luis Suárez, junto a Neymar

Luis Suárez, junto a Neymar / sport

Efe

El exfutbolista uruguayo Rubén Sosa, delantero que destacó en Europa en las décadas de los 80 y 90, aseguró en una entrevista concedida a la agencia Efe que cuando Luis Suárez, su compatriota que juega en el FC Barcelona, debutó como profesional con el Nacional de Montevideo "lo querían mandar a casa" porque no hizo goles en los cinco primeros partidos.

"Como somos los uruguayos, aquí hay más técnicos que jugadores, decían que no podía, que no agarraba muchos goles... y erraba, porque erraba 5 o 6 goles por partido", subrayó Rubén Sosa sobre el máximo goleador del Mundial de Clubes 2015.

Por aquel momento, Sosa, apodado 'el Principito' y 'el Poeta del Gol', hacía pocos meses que se había retirado del fútbol y se integró al cuerpo técnico del Nacional -el equipo de sus amores- como entrenador de delanteros para aportar su experiencia acumulada en España (Zaragoza y Logroñés), Italia (Lazio en Inter de Milán) y Alemania (Borussia Dortmund).

Según explicó, aconsejó a  Luis Suárez que estuviese "tranquilo" y le decía que cuando uno tiene "cuatro o cinco ocasiones" alguna "va a entrar".

"Empezó a hacer goles en Nacional, se fue a Holanda (Groningen) e hizo goles, se fue a Inglaterra (Liverpool) e hizo goles", señaló Sosa, quien considera que Luis Suárez ha llegado a convertirse en uno de los "mejores jugadores del mundo" gracias a su fuerza mental y a ser "un profesional 100 %".

Preguntado acerca de cómo era el delantero del Barcelona en sus comienzos, destacó que "era un chaval que se quedaba a patear o a cabecear, que no quería irse de la cancha" y que, a pesar de no tener "una habilidad enorme" como Messi o Neymar, tiene la virtud de que "no afloja hasta el último minuto" y si "hace tres goles quiere hacer el cuarto".

Acerca del regreso del atacante a la selección uruguaya -que se producirá en marzo contra Brasil en la quinta fecha de las eliminatorias mundialistas, una vez cumplió la sanción de nueve partidos de la FIFA- Sosa cree que Suárez "va a estar ansioso", por lo que le recomienda tranquilidad y que no se deje llevar por las expectativas de la gente.

En el partido contra la Canarinha, el futbolista del Barcelona podrá formar pareja en ataque con el delantero del Paris Saint Germain Edinson Cavani, que también regresó a la selección hace poco tras una sanción y a quien Sosa considera "un jugador todoterreno que ataca y defiende", pero menos goleador que Suárez.

LA SELECCION

En cuanto al papel desarrollado hasta ahora por la Celeste en las eliminatorias mundialistas, el exjugador cree que la selección está "muy bien", algo que achaca en buena medida a que el entrenador, Óscar Washington Tabárez, ha conformado "un grupo de amigos" y a que la gran mayoría del plantel juega en Europa.

En cuanto a las posibilidades de Uruguay en el Mundial de Rusia 2018, Sosa cree que "va a ser difícil" pero apela a la intensidad del juego del equipo para obtener resultados positivos.

"No nos gusta perder. La garra charrúa es que hasta que el árbitro no pite no termina el partido. Es lo que tenemos nosotros. Perdemos 1-0 y (Diego) Godín va al ataque y te hace un gol", aseguró Ruben Sosa.

Precisamente, acerca del defensa del Atlético de Madrid y capitán de la selección uruguaya dijo que es un jugador de esos que tira del carro y "que cuando el equipo anda mal hace un cabezazo o un tiro al arco y marca el gol".

LA TRAYECTORIA

Por otro lado, Rubén Sosa presentó hace poco su libro 'El Principito. Una vida consagrada al fútbol con alegría', en el que repasa su carrera y en el que cuenta la "historia de vida" de un niño de barrio humilde con muchos problemas económicos que "nunca pensó que jugaría en el Inter de Milán, y lo logró".

Preguntado acerca de cuáles son algunos de los jugadores con los que coincidió y de los que mejor recuerdo tiene, destacó, entre otros, al alemán Karl-Heinz Riedle -con el que jugó en el Lazio- y al español Miguel Pardeza, con el cual compartió vestuario en el Zaragoza.

Asimismo, recordó con especial cariño el gol del título de la Copa del Rey de 1986 que le marcó al Barcelona en la final jugada en el estadio Vicente Calderón (Madrid) y su paso por el Inter de Milán, una etapa que considera como "lo máximo" de su carrera.

Además, señaló como el mejor gol de su carrera el que le hizo a Argentina en la fase final de la Copa América de 1989 -edición en la que fue elegido mejor jugador- y en el que logró anotar arrancando desde mitad de la cancha.