ENTREVISTA EXCLUSIVA

Rosell: "Tito me citó a media noche en el Camp Nou. Fue mi peor momento como presidente"

Tres nombres propios han marcado este final de verano que, inicialmente, se presentaba calmado. Tres entrenadores han provocado que Sandro Rosell tuviera que afrontar alguna de las semanas más decisivas desde que accedió a la presidencia del Barcelona.

Joan Vehils/Albert Masnou

Horas antes de emprender camino hacia Palestina donde el Barça llevará a cabo diferentes actos con el fin de establecer puentes de paz en un territorio en tensión, Sandro Rosell atendió a SPORT para echar la vista atrás a las últimas semanas de ebullución vividas en el barcelonismo: Tito, Tata, Pep, Thiago, Neymar, Messi... Ahora la pelota vuelve a rodar pero hace poco era el presidente quien echaba humo.

Hace veinte días le comunicaron que Tito no seguía. ¿Cómo fue?

Es la peor noticia recibida como presidente. Primero por la parte humana, que no se lo deseas ni al peor de tus enemigos, y luego la parte institucional o deportiva porque nos ponía encima de la mesa un problema de escoger el sustituto. Era una apuesta complicada y difícil porque Tito era el mejor entrenador del club para este momento.

¿Y a Tito le salieron las palabras?

Nos reunimos en el Camp Nou a las doce de la noche del martes. Cuando me convocó a esas horas fui para allí con malos presagios. Imagina la sorpresa del vigilante de la garita que nos vio entrar primero a mí y luego a Tito en su coche con el médico. “Bueno, ¿aquí qué pasa?” debió preguntarse. Nos reunimos en la sala anexa al despacho del entrenador, en la sala de reuniones del staff.

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Tito y el médico me explicaron el historial, el porqué habían avanzado las pruebas no previstas para esas fechas. El resultado de las mismas les avisaban que la enfermedad no iba como se pensaba, que se había reproducido y que a partir de ahí Tito debía dedicar todas sus horas a curarse, que esta lucha pasaba a ser su trabajo. Estuvimos una hora y pico hablando. Fue el peor momento como presidente.

¿Se esperaba algo así?

Cuando me convocan pensé: “Jo... la cosa pinta mal”. Si el día anterior había hecho una entrevista en la que dije que Tito estaba perfecto de salud... En ese momento era así para mí. Y al día siguiente sale lo contrario en estas pruebas. Todo cambia en horas.

¿Y qué pasa cuando deja a Tito?

Al llegar al parking, me senté en el coche, ante el volante, y me dije: “¡Uff! ¡Qué palo ahora buscar entrenador!”. Es un momento que no apetece nada pero nuestra responsabilidad nos obligaba. A partir de ese momento mismo ya empezamos a pensar en alternativas. No quiero ser victimista porque el que sufre es Tito y el que lo pasa mal es él y su familia. Como presidente y responsable del club piensas: “¡Qué impotencia ahora ser presidente del Barcelona!”. Dicen que este cargo tiene tanto poder ¿que aún no sé donde está¿ pero en este caso mucho menos. Si tuviera poder, esto no hubiera pasado.

¿Y cómo debió quedarse Tito?

Mal. Seguro. Y hay una cosa que no sé si puedo explicar pero lo voy a hacer. Tito me decía ese martes por la noche: “Ya no es la enfermedad, la recaída, lo que me viene... sino la rabia que me da dejarlo ahora que soy entrenador del Barcelona”.

Eso que él mismo dice de “el mejor año de mi vida está siendo el peor”.

No la había oído pero es así. La rabia de tener que dejar de ser entrenador del Barça, de no poder disfrutarlo, de llegar donde quería, al máximo aspirable por un técnico. Todo muy duro y más para un culé como él. Y esto después de un año espectacular, con la mejor liga de la historia del club, con 100 puntos, con la máxima diferencia con el segundo, con el record de goles... Deberíamos estar tirando cohetes pero se ha creado una corriente mediática que le ha quitado importancia a la liga. Hay un sentimiento contradictorio.

¿Cómo notó a Tito?

El desprendía rabia y yo impotencia.

Y se desempolvó el plan B...

Existía, estaba hablado en su momento con Zubi en la primera recaída. Entonces ya pusimos las cosas encima de la mesa, hablamos con los médicos para conocer el proceso de Nueva York. Decidimos que siguiera él siendo sustituido por Jordi Roura, a quien aprovecho para decir que el club nunca le estará lo suficientemente agradecido. Es, como dije entonces, un héroe. Con Zubi siempre pensamos en planes B pero en esta ocasión se aplicó aunque es verdad que cambiaron los nombres dado que la pretemporada había empezado y que había muchos técnicos con puesto.

¿Luis Enrique era la primera opción?

No.

¿Y a Tata Martino solo le conocía usted?

No es así. Hay mucha gente que sabe de fútbol, que sigue las ligas del mundo con una buena opinión de él. Los que saben, y que no se quedan con la parte mediática y política de la historia, sí le conocen y no dan ningún comentario negativo de él. Yo, por circunstancias de la vida, le conocí hace 12 o 13 años.

¿Qué dijo su padre cuando le dijo que el elegido era el Tata? ¿Pensó que su hijo se había vuelto loco?

(Risas) No se lo dije... Es cosa de Zubi. Analizó todas las opciones, incluso algunas no planteadas inicialmente porque los tiempos no eran los mismos, y escogió el Tata Martino.

¿Y usted le llama?

Sí porque queríamos llegar a él sin pasar por comisionistas, intermediarios¿

Ni por el padre de Messi.

Ni él, que no sabía nada de nuestras intenciones. Contacté con el Tata gracias al presidente de Paraguay porque años atrás había sido el vicepresidente deportivo de Libertad y de la Federación paraguaya y siempre había estado con el Tata. Le llamé: “Presidente, quiero hablar con el Tata. Deme su teléfono, por favor”. Yo le llamé y avisé que le llamaría Zubi. Andoni habló con todos sus contactos del mundo y se dió cuenta de que este hombre tiene más ADN Barça que muchos de los que están en el Barça.

¿Es una decisión que le da vértigo?

En absoluto. Cero. Déjeme hacerle una comparativa.

Usted mismo.

No necesariamente la persona más católica es la que ha estado en el Vaticano. Hay mucha gente que es muy católica sin haber pasado por allí y, por contra, mucha gente que ha estado en el Vaticano y no es nada católica. Esto es comparable a La Masia. No necesariamente por haber estado comiendo o formándote en la Masia quiere decir que tengas ADN Barça. Puedes haber no estado en La Masia y tener ADN Barça. Esto es lo que le pasa al Tata Martino. Tiene un modelo Barça muy desarrollado, más que incluso muchos que han pasado por la Masia como podría ser un musulmán que no ha estado en la Meca o un católico que no ha estado en el Vaticano.

Es una decisión importante, ¿el presidente toma esta medida convencido cuando lo fácil hubiera sido apostar por otro más conocido?

Totalmente convencido.

En medio de todo esto aparece Guardiola con sus declaraciones. ¿Cómo sientan?

Son una sorpresa. Todo lo que dice es falso, y lo dice sin argumentos, ni pruebas. Lo atribuyo a alguien que con intereses intoxica a Pep y él se deja intoxicar. Dicho esto, es una gota en el océano, una mancha que como su historial barcelonista es tan grande no tenemos que tenerlo en cuenta. Hemos de pasar página y olvidarnos. Si pudiese, él echaría este episodio para atrás.

¿Cree que se arrepiente?

Si pudiera lo echaría atrás.

En Múnich, la relación con los jugadores y con el staff fue fría. ¿Le sorprendió?

Sí. Da que pensar. Quizás era el momento¿ De aquí un año la relación con los exjugadores y staff será diferente. Hay que dejar que el agua corra por el río.

¿Le incomodan las reuniones con Cruyff?

No. Se encuentran habitualmente. Juegan a golf o comen y supongo que hablan de fútbol. Cruyff debe hablar del Ajax, del Chivas o del Barça y Pep del Bayern...

¿El presidente del Barça no debería sentarse con Pep y con Cruyff, dos de las figuras más representativas de la historia del club?

Con Cruyff lo intenté pero él no tenía interés. Con Pep intenté contactar con él, nos comunicamos y espero en un tiempo sentarme en una mesa para explicarnos qué pasó porque ni Tito, ni el staff ni los jugadores entiende nada.

¿Qué sentimiento le transmite Guardiola?

Durante muchos años fui el jefe de su hermano en Nike y aprecio mucho a su padre. Hace 20 años que conozco a Pep y le tengo estima y admiración como jugador y entrenador.