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La reválida de Ter Stegen

Una vez solucionado el traspaso de Bravo al City, Marc-André tendrá que asumir la presión de ser el principal dueño de la portería barcelonista

Ter Stegen dejó la portería a cero en su debut en la Liga

Ter Stegen dejó la portería a cero en su debut en la Liga / sport

Jordi Gil

La Catedral es un escenario ideal para doctorarse. Marc-André Ter Stegen ha superado hasta la fecha exámenes de gran dificultad, en la Champions o la Copa del Rey, pero le queda un último reto, por el que tanto ha peleado y tanto ha reclamado: ser titular en la Liga. El alemán estrenará su nuevo status en uno de los estadios más complejos de Primera División, como es San Mamés. El propio Ter Stegen comprobó el poder intimidador de San Mamés en la pasada Supercopa de España. El internacional teutón disputaba su primer partido en el nuevo estadio del conjunto bilbaíno y vivió una noche de pesadilla. El Barça perdió por 4-0 y Ter Stegen recibió uno de esos goles que pueden marcar a un portero. El meta despejó con la cabeza un balón fuera del área, sin estar presionado, y San José, desde prácticamente el centro del campo, lo superó con una precisa y dolorosa vaselina. Después llegaron tres más obra de Aduriz y la Supercopa de España quedó vista para sentencia. Una derrota que privó al Barça del ‘sextete’.

Una lesión de Bravo después de las dos primeras jornadas propició que Ter Stegen por fin pudiera estrenarse en Primera División después de una primera temporada en blanco en la Liga. Disputó cuatro partidos en los que encajó siete goles, si bien cuatro de ellos fueron en un mismo partido, en Vigo ante el Celta. El Barça fue goleado, aunque a diferencia de la Supercopa en San Mamés, no fue responsable del desastre. La Liga parecía haber terminado para el jugador con el regreso de Bravo, pero otra lesión del chileno a falta de tres jornadas le dio la oportunidad de acabar el campeonato y cantar el alirón sobre el terreno de juego. Ter Stegen aguantó la presión en dos partidos muy tensos como fueron ante el Espanyol en el Camp Nou y en Granada. Mantuvo su portería a cero y el Barça pudo celebrar el título. Su colofón llegó unos días más tarde en el Vicente Calderón con la consecución de la Copa del Rey frente al Sevilla. Ter Stegen acabó con buenas sensaciones, pero no tenía suficiente. Su representante se plantó en las oficinas buscando soluciones porque el jugador no quería seguir viendo la Liga desde el banquillo. Bravo se tuvo que ir y Marc-André deberá demostrar que el club tiene razón en apostar por él.