El 'D10S' Messi engancha al Barça a la Liga

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Está el Barça, está el fútbol, y después está Leo Messi. El genio de Rosario, como lleva haciendo más de una década, salió al rescate del equipo en un día espeso para darle un agónico triunfo (1-2) en el Atlético - Barça que le da el liderato provisional.

Es una realidad un tanto triste, pero es lo que hay. No apareció Leo en París y el PSG goleó al Barça. Brilló el 'D10S' en varios destellos en la Copa y en la Liga frente al Atlético -nunca falta a la cita del gol, 22 goles en 22 apariciones-  y su equipo aún aspira al doblete.

Parecía que Luis Enrique no podía dar una nueva vuelta de tuerca al equipo, pero decidido a sorprender a Simeone, lo consiguió. El técnico barcelonista armó el cuarto centro del campo distinto frente al Atlético en esta temporada, con Rafinha, Busquets e Iniesta. Además, Jeremy Mathieu entró en la defensa por Jordi Alba. Esos dos cambios le sirvieron para dibujar un 3-4-3 que se atascó en el Vicente Calderón.

el parche pierde AIRE

El Cholo no se inventó nada pues en los dos últimos enfrentamientos el Atlético había sido superior al Barça y sólo la eficacia cara al gol decantó la eliminatoria de Copa para los blaugrana (1-1). Los regresos de Oblak y Godín estaban tan cantados como la disposición de su centro del campo y la dupla atacante Gameiro-Griezmann.

En los primeros minutos del duelo dio la sensación de que la disposición del Barça, con tres centrales y Rafinha y Sergi Roberto ocupados del carril derecho, funcionaba. Sin embargo, cuando el Atlético empezó a presionar arriba, saltaron las costuras del dibujo barcelonista.

EL ALUVIÓN

El tridente quedó desconectado y Leo Messi, diluido en la inmensidad existente entre ambas áreas. Los rojiblancos empezaron a percutir sobre la banda derecha, conscientes de que, por improvisada, era la parte más vulnerable. Pronto descubrieron que el parche no tapaba el agujero.

Godín remató alto, libre de marca, un córner (3'); Griezmann se aprovechó de un mal despeje de cabeza de Umtiti para controlar y disparar en el área, aunque el propio Samuel corrigió y envió a córner (16'); Piqué tuvo que desviar a córner un remate de cabeza de Koke tras un centro franco de Filipe Luis ante Sergi Roberto y Rafinha (18'); Ter Stegen tuvo que realizar una excelente parada a un disparo de Griezmman tras una nueva pérdida de balón en esa zona derecha...

Una y otra vez, el juego del Atlético cayó sobre esa zona del campo, superando las estiradas líneas barcelonistas que parecían tan desorientadas sin balón como con la pelota en los pies.

LA MSN CABALGA

El Barça no tuvo ninguna capacidad de réplica como colectivo, mal colocado y carente de fútbol, con sus centrocampistas superados por el dinamismo de los rojiblancos. En esta situación, como en los días de juego espeso, desgobernada la sala de máquinas, Iniesta rompió el cristal y tiro de la alarma, esto es, la MSN.

El capitán, tan superado físicamente como sus compañeros, tuvo al menos la lucidez mental de enviar varios pelotazos hacia ellos, donde intuía que debían trotar Neymar, Messi y Luis Suárez. Así llegaron las primeras oportunidades para el equipo de Luis Enrique.

El primer balón largo de Iniesta para Leo Messi acabó en un gol bien anulado a Luis Suárez por dar una patada involuntaria a Oblak en el momento del remate (29'). Otro pelotazo del capitán, esta vez directamente al uruguayo, acabó con un disparo alto (33'). Y la más clara, una falta en la frontal de Savic sobre el charrúa que lanzó Messi y Oblak, con la punta de los dedos, desvió a córner cuando se cantaba el gol (38').

A falta de dominio territorial, de presión o de fútbol vertical, estos fogonazosdel Barça provocaron que el Atlético mirara el retrovisor y aflojara en la presión alta en la recta final del primer tiempo. El Barça se fue a los vestuarios con empate a cero y, pese a todo, vivo.

LEÑA A NEYMAR

El Barça arrancó el segundo tiempo como acabó el primero, entregado a los tres sudamericanos. Neymar se fue en un slalom, se apoyó en Messi que asistió a Luis Suárez pero éste no ajustó el remate (48').

El partido se fue calentando pues Neymar, siempre valiente, empezó a recibir una falta tras otra cuando intentaba sus habituales uno contra uno para estirar al equipo. Busquets y Saúl vieron las primeras tarjetas amarillas.

En plena bulla llegaron los goles. El primero del Barça, obra de Rafinha, tras una larga jugada de ataque con barullo en el área rojiblanca (64'); el del Atlético, tras una falta lateral absurda de Busquets que lanzó Koke y Godín cabeceó a la red (66'). Era un 1-1 que dejaba las cosas como al principio.

MOVIMIENTO DE FICHAS

Simeone y Luis Enrique se decidieron a mover el banquillo. Torres y Correa sustituyeron a Carrasco y Gameiro, mientras que Rakitic relevó a Iniesta. El técnico blaugrana se vio obligado a retirar al lesionado Mathieu tras una fea entrada de Corera, y alinear a Digne en la cobertura.

El partido, tras los goles, se atascó, con idas y venidas a las áreas pero sin ocasiones claras mientras Mateu Lahoz aplicaba su particular criterio a la hora de mostrar las tarjetas amarillas.

APARECE LEO

Con el partido absolutamente parado, trabado, abocado a un empate que no servía para las aspiraciones de ninguno de los dos equipos, llegó el destello de Leo Messi. Una falta larga que el mismo puso en juego y que después de que elaboraran Rakitic, Umtiti y Luis Suárez él llegó a rematar, por dos veces, y establecer el 1-2 (86').

En una tarde en la que el Barça no fue el Barça, desde la pizarra del técnico hasta el terreno de juego, encontró la manera de sobrevivir en la Liga en unos momentos en los que se puede comprobar abiertamente cómo sufre para vencer, ya sea el Leganés o el Atlético.

Fue por medio de un Ter Stegen en un excelente estado de gracia y al talento de un Leo Messi que no faltó a su cita con el gol para mantener agarrado al equipo a la Liga.