El Barça rompe con goles un duro silencio

Busquets celebra el gol que abrió el marcador ante Las Palmas

Busquets celebra el gol que abrió el marcador ante Las Palmas / EFE

Jordi Gil

Jordi Gil

El FC Barcelona se impuso a la UD Las Plamas y suma un pleno de siete victorias en la Liga. El equipo seguirá como líder sólido, aunque la victoria fue deslucida, especialmente por  tener que jugar a puerta cerrada en una decisión controvertida de la junta directiva del club con motivo de los hechos sufridos en Catalunya en la jornada del referéndum.

La falta de ambiente provocó un inicio de partido desangelado. El Barça no se sentía cómodo ante un rival que le presionaba y le disputaba la pelota y le costó generar juego. La primera ocasión tuvo que llegar a balón parado a través de una falta ejecuitada por Messi que Chichizola sacó cuando se dirigía a la escuadra. El rechace posterior fue cazado por Luis Suárez, aunque el meta volvió a intervenir con éxito.

El equipo blaugrana no estaba fino y las pérdidas empezaron a tener consecuencias. Tannane avsió a Ter Stegen y un error de Mascherano fue solucionado por Busquets cuando Calleri ya buscaba portería.

Llegada de Paulinho

El atasco se trató de aliviar a fogonazos. Sergi Roberto, que estuvo muy pendiente de defender ante el peligro que creaba Las Palmas, pudo subir poco, pero cuando lo hizo fue con gran peligro. El canterano salvó un centro in extremis y Paulinho, entrando con fuerza de segunda línea, cabeceó ligeramente desviado.

Fue una acción muy puntual ya que Las Palmas seguía empeñada en disputar la posesión al Barça, llegó al descanso con esta faceta ganada, y tuvo la mejor ocasión del primer tiempo. Calleri se anticipó en el primer palo y remató contra el poste tras una muy buena jugada del cuadro canario.

Show arbitral

Un intento de Messi fue la última oportunidad antes de llegar a la caseta acumulando tarjetas por las nefastas decisiones de Munuera Montero. El andaluz amonestó a la primera a Paulinho y Piqué y, en cambio, perdonó a Calleri por una patada a Sergi Roberto, que le provocó sangre. Busquets y Alba fueron amonestados por las justas protestas.

La crispación con que se llegó al descanso dio paso a un inicio mucho más calmado, propiciado sobre todo por la apertura del marcador, si bien la entrada de Iniesta y Rakitic también fue vitanímica. La pizarra de Valverde funcionó y un córner servido por Messi fue cabeceado por Busquets en el primer palo a la red. Un tanto que debía animar a un Barça contagiado por la ausencia de público, pero que tampoco fue un gran acicate, excepto en la jugada posterior cuando Suárez encaró al meta canario tras un gran pase de Sergi Roberto, pero al final cayó y el colegiado lo amonestó por simular penalti.

Luis Suárez no se rinde

Suárez quiso resarcirse como asistente y en una de sus caídas al lateral del área, picó el balón perfecto a la cabeza de Messi, quien cabeceó fuera con toda la portería a favor. Un fallo inusual para el '10'. El partido volvió a caer a partir de entonces con un Las Palmas que atacaba con poca profunidad y un Barça que tampoco sabía leer bien los contraataques en las recuperaciones

Pese al poco nervio que tenía el partido, la presencia de Messi siempre asegura algo diferente. El argentino tuvo un par de acercamientos antes de que Denis Suárez, uno de sus socios habituales, le filtrara un balón de oro para que Leo regateara al portero en un palmo de terreno y ampliara distancias.

Messi siempre letal

El Barça había encarrilado el partido y podía divertirse un poco más. Rakitic y Suárez movieron el balón con rápidez para dejar otro balón franco que Messi no desaprovechó. Doblete del argentino un tanto amargo por no poderlo celebrar ante la afición.

El Barça quiso redondear el partido con un cuarto, aunque Luis Suárez cruzó demasiado la pelota con todo a favor y su desespero lo llevó a romper la camiseta. Ya no volvió al campo, igual que Iniesta, quien se retiró con molestias musculares. Un final accidentado para un partido que siempre tendrá una historia triste detrás.