El 'reset' de Luis Suárez

Luis Suárez, durante un entrenamiento en la Ciutat Esportiva

Luis Suárez, durante un entrenamiento en la Ciutat Esportiva / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Luis Suárez no está cómodo. Las razones de su incomodidad han llenado horas de radio y tele y páginas en la prensa. Los argumentos son variados y para todos los gustos, pero la única verdad es que no está cómodo. Puede debatirse sobre problemas físicos, su aportación al equipo, su papel en el sistema de Valverde o su falta circunstancial de gol, pero todo apunta al mismo diagnóstico: no tiene ‘flow’.

Solo cuando inició su andadura blaugrana encadenó una peor racha goleadora que la actual. Ante el Sevilla completó 451 minutos sin ver puerta, 58 minutos más que los 393 minutos de su arranque en el Barça, la temporada 2014-2015. Su último gol lo anotó estrenando el Wanda Metropolitano ante el Atlético y permitió sumar un punto que hace permite a los de Valverde ser uno de los tres equipos invictos en la Liga junto a Valencia y el propio equipo colchonero. Pero de eso hace ya cuatro jornadas ligueras y dos de Champions. No son números habituales en un futbolista de la talla del uruguayo. El Barça ha ido tirando sin él y no le ha ido mal, pero es evidente que con la mejor versión de Suárez el equipo es otro. Mucho mejor.

volver a empezar

El parón de selecciones ha sido la excusa ideal para parar, para hacer un reset, para reiniciar la maquinaria y arrancar de nuevo en cuerpo y mente. Un paso atrás para dar dos adelante, sin parar a pensar en las razones de la sequía. Parar y beber agua porque hay sed y da igual qué la ha provocado. Luis Suárez ha permanecido en la Ciutat Esportiva trabajando sin la presión que supone competir cada tres días, la mejor manera de realizar una puesta a punto y regresar listo para volver a ser decisivo. “Me preocuparía si no tuviera ocasiones”, ha argumentado alguna vez Valverde. Pero eso no es suficiente para un cazador como el charrúa, que solo deja de fruncir el ceño sobre el césped cuando se lleva pulgar, índice y anular a los labios para besarlos. El gol es su alimento, con el que se siente completamente realizado.

la readaptación

Más allá de los problemas físicos que le permitieron pactar con Uruguay no estar en este último parón de selecciones y que habrá podido solucionar al cien por cien, Valverde también habrá podido incidir durante dos semanas en aspectos tácticos, también importantes. Suárez aún no ha  completado su readaptación a la delantera blaugrana tras la pérdida de Neymar y se trata de algo imprescindible para que el Barça acabe de explotar no solo a nivel de resultados, sino también a nivel de juego.

Es como volver a empezar: verse obligado a desechar parte de lo aprendido y comprarse libros nuevos con nuevo contenido. Nada que no haya hecho antes ni tampoco nada que no estén haciendo algunos de sus compañeros. El problema es que en su caso la transición es más visible precisamente porque le está faltando aquello que lo convierte en especial, en insustituible (y así lo confirman sus minutos), su 

clarividencia goleadora.