Ramoncín: "A Luis Enrique le llamábamos Forrest Gump"

Ramoncín actúa este lunes en la Sala Luz de Gas de Barcelona

Ramoncín actúa este lunes en la Sala Luz de Gas de Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Usted vivió la etapa de Luis Enrique en el Madrid; ¿por qué cree que no cuajó? 

Te voy a comentar una intimidad. Luis Enrique no gustaba en el Madrid. Y no sé por qué. No le gustaba a la gente. Le llamábamos Forrest Gump. 

¿Cómo dice? 

Tal cual. ‘Cualquier día sale del campo y llega a la Plaza Castilla”, decíamos.  Y un día, en una cena que estaba Rafita Alkorta, me dijo: ‘lo vais a echar de menos’. Y joder si lo echamos de menos. Menudo jugadorazo fue, ¿eh? 

¿Ha tenido la oportunidad de conocer a muchos futbolistas? 

Yo tuve muchísima relación con Juanito.  Muchísima. Y fíjate, especialmente, cuando estuvo en el Mérida. Porque yo me estaba cambiando de casa por historias y al final acabé en un hotel en el que siempre estaban. Pero yo he tenido amigos como Patxi Ferreira, Alkorta, Del Bosque , Hierro o Butragueño. He tenido mucha relación con jugadores del Madrid. Y luego también hubo un momento en que salía alguna vez con Raúl y Cañete.

¿Cómo surge ese primer encuentro entre Raúl y Ramoncín ?

Vamos a ver, cuando  tienes  relación con jugadores del Madrid de los años sesenta ocurren esta cosas. Por ejemplo  yo con la sección de baloncesto del Madrid me he movido tanto que me llamaba el entrenador y me decía: ‘¿Ramón dónde estás?’ Me han dicho que estás en Barcelona, ¿sabes que jugamos con el Barça?  Pues te quedas porque eres nuestro talismán’. 

¿Ah sí?

En la etapa  de Fernando Martín nos reuníamos en el Hotel Calderón de Barcelona. Y cuando el hotel cerraba nos dejaban ahí a nuestra bola. Me acuerdo que perdimos aquí una Copa del Rey y dijo: ‘hemos perdido porque no te hemos podido sentar en el banquillo’. Era acojonante. Luego con Raúl más de uno pensaría, ¿qué hacen Ramoncín y Raúl en el Joy Eslava? Pero yo solo bebo agua. A mí que no me miren: ni bebo, ni fumo ni me drogo. No lo he hecho en mi vida y por lo tanto yo soy el bueno de la película ¿eh?

En ese momento se habló de que estaba entrando en una espiral un poco peligrosa... ¿Se le fue un poco la cabeza con todo lo que estaba viviendo?

Se le podía haber ido a cualquiera. Alguna vez me iba yo de un club y los que entraban eran los jugadores. ¿Qué esperas de chavales de 19 años multimillonarios? Pero no lo vi nunca en ningunas condiciones reseñables. Es decir, era un chaval joven que se daba una vuelta. Me acuerdo que cuando se fue a Alemania le escribía mucho. Y, ya en los últimos tiempos, la broma que teníamos con Cañete era:  ‘bueno, vamos a cenar, ¿viene Raúl?’ Y Cañete decía: ‘Raúl ya no sale ni a tirar la basura’ [risas].

¿Qué me dice de Cañizares? 

Nos hemos reído mucho con Cañete, lo hemos pasado muy bien. Es un tío muy gamberro. Alguna vez lo íbamos a ver jugar contra el Madrid y palmar. Y luego juntarnos a cenar era un poco jodido. Pero te voy a decir una cosa, el tío más divertido, el tío más gamberro, ese se llama Míchel. La inteligencia malvada de Míchel no tiene límites. Y voy a decir una cosa que si la lee se va a acojonar: él y Cañete. Tengo en mi poder una carta de cumpleaños que le escribió Míchel a Cañizares y que no sé por qué me la quedé yo. 

¡No me diga!

Fuimos a comer al Txistu, era su cumple y le entregó un regalo con una carta. Y es la carta más malvada, ácida, divertida y canalla que he leído en mi vida. Míchel es acojonante. Yo te lo juro: todavía no concibo cómo no lo han pillado en un programa de televisión y no le han dicho: ‘cuenta lo de México’. Oír a Míchel contar las cosas de Emilio, con su relación con el dinero, es acojonante. Míchel es el puto amo de eso. Un cabrón de lo mejor. 

Míchel fue discutido por el Bernabéu; es algo que sigue pasando ahora con emblemas como Cristiano.... ¿Cómo se lo explica?

Yo creo que el problema es que somos 80.000 entrenadores en el Bernabéu. Y luego está la personalidad de Cristiano. A mí me gusta que sea caliente y que tenga una actitud de ‘yo-soy-yo-y-al-que-no-le guste.... pero me matan los aspavientos. Si fallas, fallas. Y si marca un compañero hay que celebrarlo. Pero a Cristiano no hay que pitarlo jamás ni darlo por muerto jamás. 

¿A Messi lo sufre o lo disfruta?

Me pasa como a los rivales del Madrid en los últimos minutos. Crea un complejo en el equipo que está enfrente; entran en pánico. Es la misma sensación que me produce Messi. Cuando coge el balón pienso: es que va a marcar.  El otro día en el Bernabéu el tío dice: ‘ah, ¿me has dado un codazo? Pues vas a saber quién soy yo jugando al fútbol’. Y lo hace. Es algo insólito. Posiblemente sea el mejor de la historia.