Ramón, el hermano culé de Francisco Franco

Ramón Franco, en el centro de la imagen, fumando, en uno de los palcos de Les Corts

Ramón Franco, en el centro de la imagen, fumando, en uno de los palcos de Les Corts / Gabriel Casas

Toni Closa

Toni Closa

Franco, el dictador, no le importaba para nada el fútbol. Pero no dudó, movido por el interés y las circunstancias, en favorecer al Real Madrid que, gracias a ello, se convirtió en el mejor embajador de su régimen. Su hermano pequeño Ramón, en cambio, era un apasionado del llamado deporte rey. Y no sólo eso, sino que nunca escondió su preferencia por los colores blaugrana. 

Francisco y Ramón, que se llevaban cuatro años, no tenían apenas nada en común. El pequeño de los Franco era extrovertido, juerguista, rebelde... y de fuertes convicciones democráticas y antimonárquicas.

Nada que ver con su hermano. Ramón, de hecho, no le soportaba y llegó a decirle a un compañero que “Paco es tan ambicioso que, si fuera necesario, hasta sería capaz de asesinar a mi madre y a mi padre”.  Aunque ambos estudiaron la carrera militar movidos por la tradición familiar -su progenitor era capitán de la Marina- sus vidas siguieron caminos opuestos... aunque acabaron convergiendo. O no.

Tras batallar en la guerra del Rif, en 1926 se convirtió en un héroe nacional al cruzar el Atlántico a bordo del Plus Ultra, junto a Julio Ruiz de Alda, Juan Manuel Durán y Pablo Rada. Un hito en la historia de la aviación. 

Tenaz opositor a la dictadura de Primo de Rivera, participó en diversas acciones contra el regimen y fue encarcelado varias veces. En 1930, durante la sublevación de Cuatro Vientos, voló con su avión sobre el Palacio Real, con la intención de bombardearlo, pero vio niños jugando y se limitó a lanzar panfletos. 

Con la proclamación de la República fue nombrado Director General de la Aeronática Militar. Pero unos incidentes poco claros provocaron su destitución. Decidió dejar el Ejército y presentarse a las elecciones generales. La ley electoral de entonces le permitió presentarse en dos circunscripciones.

Político

Y salió elegido tanto en Sevilla, por el Partido Republicano Revolucionario como por Barcelona, formando parte de Esquerra Republicana de Catalunya, en una candidatura que encabezaba Francesc Macià y de la que formaban parte personajes como Josep Tarradellas, Ventura Gasol o Jaume Aiguader. En esta época, Ramón Franco se mostraba firme partidario de un ‘Federación de Repúblicas Ibéricas’.

Aunque residía en Madrid, nuestro personaje pasaba temporadas en Barcelona y no dejaba pasar la ocasión de acudir a Les Corts y ver a su Barça junto a otros politicos amantes del fútbol, como el conseller Ventura Gasol o un teórico adversario, aunque buen amigo, Manuel Carrasco i Formiguera, el lider de Unió Democràtica que, durante la guerra, huiría de Catalunya perseguido por los anarquistas y comunistas... y sería ejecutado en Burgos por orden expresa del hermano de su amigo.

Poco antes de la Guerra Civil fue enviado como agregado a la embajada de Washington. Y al estallar el conflicto, pese al papel protagonista de su hermano, se mantuvo fiel a la República. Pero un desencuentro con Manuel Azaña y la muerte en prisión de su amigo Ruiz de Alda, provocaron su paso al bando ‘nacional’. Su hermano le dio, entonces, una jefatura en Baleares, que no fue nada bien vista por los capitostes de las fuerzas sublevadas, que nunca le consideraron de los suyos. De hecho, ni su propio hermano se fiaba, para nada, de él. 

El 28 de octubre de 1938 salió en una misión aérea en el Mediterráneo y su avión, cargado de munición, se precipitó al mar. Un extraño accidente, ilógico por su experiencia. Para muchos historiadores parece claro que se trató de un sabotaje del propio régimen franquista...

Nota: Queremos agradecer la colaboración del productor literario y fotográfico Joaquim Gasca en la realización de este artículo.