Sport & Style

Rakitic: "Mi mujer y mi hija son mi fuerza y mi equilibrio"

Ivan Rakitic va a vivir su primera Diada de Sant Jordi con todo lo que ello significa. El jugador croata abrió su corazón a Sport & Style, que paseó con él por Barcelona y por su vida

El barcelonista Rakitic se prepara para Sant Jordi

El barcelonista Rakitic se prepara para Sant Jordi / sport

Carme Barceló

“Cuando llegué a Barcelona una de las primeras palabras que aprendí en catalán fue ‘t’estimo’. Y algunas otras no tan románticas, claro”. Imposible no sonreír cada diez segundos con él. O reír. Es una curiosa combinación de gracejo sevillano y cuadratura alemana. Es claro y contundente. Corto y al pie. Clava los ojos en su interlocutor. Inquiere con la mirada. No regatea preguntas ni opaca las respuestas. Costó medio minuto que diera el “sí, quiero” a un reportaje que hablara de amor. “Me apetece. Perfecto. ¿Cuándo?”. Dicho y hecho. Con la Diada de Sant Jordi como excusa y su propia historia como protagonista nos fuimos con él a comprar rosas, a pasear por las calles que se llenarán de libros y flores este jueves y a tomarnos un café con leche en una terraza emblemática. “Ivan, hoy ni media palabra de fútbol”. Y empezó a hablar de lo que él considera “una historia diga de un guión de Hollywood. Porque el primer día que vi a Raquel, mi mujer, le dije a mi hermano: ‘me voy a casar con ella’. Acababa de llegar a Sevilla, era mi primer día, eran las 12 de la noche, no me podía dormir de los nervios del fichaje y nos fuimos a tomar un café. Sí, un café. Total, no iba a pegar ojo... Y la vi. Era la camarera del local. Fue un flechazo. Me enamoré al instante. Y hasta hoy”. Rakitic hacía 24 horas que estaba en España y solo sabía “pedir una Fanta y dar las gracias. Nada más”. Raquel no se lo puso fácil. “Me costó siete meses salir con ella -explica- porque me ponía mil excusas. Pero lo que quiero, lo consigo. Soy tenaz. Le pedía el café con leche muy caliente para estar más rato allí”. Para Ivan, “mi mujer es la mejor amiga, la complicidad, la madre perfecta y la persona con la que más me río del mundo. Tenías que vernos al principio. Éramos como Tarzán y Jane. Nos comunicábamos con gestos pero nos entendíamos. Cuando hay amor nada cuesta. Y no hay otra más guapa que ella. Me ha tocado el gordo de la lotería”. Llegaron a Barcelona y aunque muchos les aconsejaron vivir en la playa, ellos optaron por la ciudad. “Vivo en el centro porque me gusta estar cerca de la gente. Tanto Raquel como yo somos de salir a dar una vuelta con la peque, ir a comer fuera, pasear, ver cosas...”. Althea es la otra niña de los ojos de Ivan. Su hija le vuelve loco. “Ellas lo son todo para mí. Mi familia me da la fuerza y el equilibrio. Si estás emocionalmente bien y centrado eso se refleja en tu trabajo”, explica mientras mira de reojo el móvil. “Es Raquel, que se ha quedado en Sevilla. Disculpa un momento...” Está preparando su próxima boda por la iglesia este verano que se celebrará en la capital hispalense. ¿Y el jueves? “Le compraré una rosa y le diré, como cada día, que la quiero”.