Sandro Rosell intentó localizar a Guardiola en busca de una explicación

La 'rajada' de Pep causó estupor entre la directiva del Barça

El vicepresidente Jordi Cardoner aseguró "estar boquiabierto" y negó "utilizar la enfermedad de Tito"

TOMÀS ANDREU

Las duras críticas de Guardiola cogieron con el pie cambiado a la plana mayor de Can Barça. Nadie de la junta directiva esperaba ni por asomo que Pep se despachara con semejantes afirmaciones en pleno stage de pretemporada con el Bayern Múnich en Italia. Unos y otros aseguran con rotundidad que nadie en el club ha dado motivos al técnico para `rajar¿ de esa forma.

El vicepresidente Jordi Cardoner se erigió en improvisado portavoz de la junta al confesar sus sensaciones cuando tuvo conocimiento de la rueda de prensa del entrenador. “Me he quedado boquiabierto cuando he escuchado lo que ha dicho Pep. No he entendido nada, no sé qué ha pasado. No logro entenderlo porque las relaciones tanto con él como con su familia son espléndidas. Quien diga que hemos utilizado la enfermedad de Tito, miente”.

Poco más o menos las misma sensaciones que vivió Sandro Rosell. El propio Cardoner confirmó que tuvo oportunidad de dialogar unos momentos con el presidente y que éste le manifestó que no entendía a qué venían semejantes declaraciones. Otras fuentes próximas al máximo dirigente blaugrana confirmaron que las palabras de Guardiola le han hecho daño, le han dejado `tocado¿ porque no se las podía imaginar.

Y es que a nivel público, Sandro Rosell no se ha cansado de elogiar la figura de Pep al que ha llegado a calificar como “el mejor entrenador de la historia del club”. Nada más saberse que el exentrenador del Barça se haría cargo del banquillo del club alemán, el presidente felicitó al técnico por su elección y le deseó los mayores éxitos en su nueva etapa.

Durante unas horas reinó el desconcierto, el entorno presidencial insistía en que no había motivo aparente para que Guardiola montara en cólera y aprovechara una rueda de prensa para arremeter contra el comportamiento de la junta directiva blaugrana mientras se advertía que el presidente, Sandro Rosell, tenía intención de localizar telefónicamente al entrenador en busca de una explicación, un motivo razonable para alcanzar a entender algo que había dejado estupefactos a todos los directivos.

Jordi Cardoner alegó que “igual ha sido un problema comunicativo” y recomendó “no darle mayor importancia al tema”. Las llamadas telefónicas entre los directivos estuvieron a la orden del día mientras todos permanecían pendientes que Rosell pudiera dialogar con Guardiola y aportar la luz necesaria para justificar la dura conferencia de prensa del entrenador del Bayern.