Quince horas de avión para ver a Luis Suárez

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

"No somos del Barça, somos de Luis Suárez", asegura Benny Tse, que llegó hace cinco días procedente de Hong-Kong junto a su mujer y su hijo, todos uniformados con la camiseta del futbolista uruguayo.

Los tres se plantaron frente a la entrada de la Ciutat Esportiva Joan Gamper por la que entran los jugadores antes de cada entrenamiento. Luis Suárez fue uno de los últimos en llegar, unos diez minutos antes de las diez, la hora límite para no tener que pagar multa por el retraso.

La familia Tse esperaba con la pancarta desplegada. La esposa mostraba una camiseta de la selección de Uruguay con el nombre y el dorsal del futbolista blaugrana. El hijo, de diez años, la llevaba puesta. Benny, el padre, mostraba también una bufanda mitad del Liverpool y mitad del Barça. "Somos de Luis Suárez desde que fichó por el Liverpool, pero también nos gusta mucho cómo juega el Barça", comentaba Tse.

La familia ha aprovechado unos días libres para desplazarse a Barcelona, pero su objetivo no era fotografiar la Sagrada Familia o el Parc Güell, sino fotografiarse con Luis Suárez. No pudo ser porque el delantero llegaba justo y no queda serio, en la previa de un partido tan importante como el que disputarán frente a la Juventus, llegar tarde al entrenamiento. Una pequeña decepción tras casi quince horas de vuelo, escala incluida. "¿A qué hora salen? ¿Lo hacen por aquí también?", insistía Benny, que no se da por vencido. Quien la sigue la consigue.

No fueron los únicos que se quedaron con las ganas de ver de cerca al futbolista. Unos metros antes, una aficionada sostenía una pancarta en la que se leía "Luisito, pará", pero Luisito no paró, excusándose, eso sí, señalando el reloj.