"El que se inventó el espejo fue un cabrón"

Interpreta ‘Pretty’, en la Sala Villarroel, junto a Sara Espígul, Mariona Ribas y Pau Roca, en una divertida comedia que critica el valor de ser guapo y la importancia que le da nuestra sociedad a la imagen.

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Ramón Palomar

¿Explícame qué se encontrará el espectador en ‘Pretty’? 

Una obra divertida que habla de las relaciones de pareja y de la tiranía que ejerce nuestra sociedad sobre la belleza.

¿Es una comedia histriónica? 

Es una comedia ácida, escrita por Neil LaBute, con muy mala leche. Hay momentos en que los personajes pierden los papeles porque hay algunas situaciones que les llevan un poco al límite. Lo bueno de estos personajes es que son tipos normales, con las inquietudes de nuestra sociedad en la calle.

¿Hay mucha presión por ser guapo o guapa, no?

Me pregunto quién fue el cabrón que se inventó el espejo. Estamos demasiado supeditados a lo que dirán los otros de nosotros y lo que vemos nosotros mismos delante del espejo. Eso va muy ligado a tu propia autoestima. Dependiendo de cómo la tengas, te verás de una manera u otra..

¿Ser guapo vende?

Mucho, y hay una serie de modas que casi te obligan a seguir estos parámetros de los cánones de la belleza, y especialmente para la mujer.

Auténticas esclavas, vamos...                                                                                                                                                                    No se acepta que la mujer pueda envejecer de manera natural y en cambio, el hombre sí. Siempre tiene que estar más joven y guapa que el hombre, al que se le perdona su barriga cervecera. La mujer, si se engorda y llegan las arrugas, es como si se devaluara, y es completamente injusto. Espero que nuestros hijos sean más inteligentes que nosotros y empiecen a utilizar la paridad de manera real. 

¿Ayuda ser guapo en el teatro?

Los conceptos de belleza están mucho más definidos en el cine y la televisión. En teatro, los actores más normales, hasta podemos parecer atractivos en el escenario.

En la obra haces de guapo pero un tipo aberrante...

A mí me encantan estos personajes. Soy un cafre, pero si consigues extraer una sonrisa de este personaje tan cutre, es una gran victoria personal. Mi personaje es un capullo integral pero refleja la sociedad porque hay muchos como él.

En un par de escenas de mucha acción, las resuelves bienSLps

El actor se tiene que cuidar un poco. Tenemos un poco de fama de crápulas, pero si quieres ser coherente con tu trabajo, debes cuidarte, afinar la voz, cuidarte. No hace falta ser un deportista de élite pero cuidarte sí.

¿Te gusta el deporte? 

Me encanta mirar deportes, pero nunca he sido un buen jugador en nada. En basket, me piqué porque de jovencito no sabía jugar a nada, porque era un patoso, pero como era alto me enganché y al final, la tocaba un poco… soy mejor observando que jugando.

¿Disfrutas con este Barça, no? 

Muchísimo. La pasión culé la heredé de mi casa. Recuerdo viendo un partido y mi madre dando vueltas alrededor de la mesa y mi padre se escondía con la radio en la habitación… ¡imagínate!

¿Has heredado su pasión?

Ahora la vivo con mi pareja y mi hijo. Con los años me he vuelto un poco tribunero. Años atrás vivía las victorias y las derrotas con una cierta alegría y ahora me estoy acostumbrando tanto a ganar con este equipazo... Todos hemos vivido la profunda sequía de títulos del Barça.

Messi es un crack pero dicen las mujeres que no es guapo... 

No lo es pero a mí sí me lo parece, por lo que representa. Ocurre como en el teatro. De hecho, lo veo como un ‘semidiós’.

¿El fútbol ha dañado al teatro? 

Cuando hay partidos importantes, se nota el bajón de público, o con los partidos televisados, aunque también vienen al teatro muchos aficionados que no pueden soportar la presión de ver el partido y solo esperan oír los cohetes para saber el resultado. Desquiciante. Competir con el fútbol y el Barça es imposible.