BM PUENTE GENIL, 25 - BARÇA, 32

El BM Puente Genil le complicó la vida al Barça

El FC Barcelona tuvo que emplearse a fondo en la localidad cordobesa de Puente Genil para anotarse su vigésima victoria en la Liga 

EFE

Con un abarrotado Pabellón Miguel Salas, comenzó un partido que en principio no debía tener historia, pero la tuvo. El FC Barcelona no tardó en coger las primeras ventajas, para alcanzar un aparente cómodo (6-10) en el ecuador de la primera parte liderados por un acertado Lazarov.

Sin embargo, los pontanenses, alentados por una afición entregada, comenzaron a apretar en defensa para reducir diferencias. Tres goles consecutivos de Óscar Río les lanzaron para lograr un parcial de 5-2 que les llevó a situarse a sólo un gol de los azulgranas (11-12).

No quedaría ahí la reacción de los cordobeses. A ocho del descanso Demovic pudo igualar la contienda, pero Saric le paró un siete metros. Con todo los barcelonistas no veían puerta y hasta al mismísimo Karabatic se le atragantaba la férrea defensa local.

De ahí que Xavi Pascual se viera obligado a pedir un tiempo muerto, que sirvió para romper su sequía goleadora, aunque tuvo que ser en superioridad tras la exclusión de Olea.

Los locales estaban muy metidos en el partido y como consecuencia de ello consiguieron su reto, igualar la contienda. Fue el cántabro Óscar Río, el mejor de los cordobeses en ataque, que con un espectacular lanzamiento desde nueve metros subía el empate a trece al luminoso a cuatro del asueto.

No sería el último, ya que Nacho Moya volvería a empatar a catorce, aunque finalmente el Barcelona volvió a tirar del macedonio Lazarov para irse arriba (14-16) al descanso.

Con todo los pontanenses no habían dicho su última palabra y su salida tras el paso por vestuarios fue aún más espectacular. La defensa volvió a rayar a gran altura y fueron capaces de mantener al Barcelona cinco minutos sin anotar.

Incluso Arguillas paró un siete metros a Lazarov, lo que les llevó a empatar de nuevo, esta vez a dieciséis con otro gol de Nacho Moya.

Para anotar sus primeros tantos de la segunda parte, el Barcelona necesitó de una superioridad para volver a adelantarse (16-18), aunque el Ángel Ximénez volvió a responder tras recuperar la igualdad sobre la pista con un gol de Chispi.

El Barcelona era ya consciente de que estaba ante el partido más complicado de lo que iba de temporada en la Asobal, de ahí que emergiera la figura de Karabatic para resolver la papeleta. También el desgaste físico de los cordobeses comenzó a pasar factura.

Así que con cuatro goles consecutivos del francés pusieron tierra de por medio (19-25) a nueve de la conclusión, para a la postre acabar imponiéndose con la mayor renta (25-32) del partido que no reflejó lo que se vio sobre la pista.