FC Barcelona

Primer problema para Luis Enrique

El técnico afrontará muy pronto la primera decisión comprometida del curso: ¿Debe jugar Messi en San Mamés?

Luis Enrique y Messi deberán pactar qué hacer en la Supercopa 

Luis Enrique y Messi deberán pactar qué hacer en la Supercopa / sport

Javier Miguel

Luis Enrique, cuando aceptó renovar por el club blaugrana, era muy consciente que la temporada comenzaría muy pronto con curvas sinuosas y enlazadas. De hecho, a las primeras de cambio tendrá ya que tomar decisiones de esas que pueden acabar creando un cisma si no son bien digeridas por los ‘cracks’ de turno. Y es que el primer partido oficial del Barcelona podría llegar el 7 u 8 de agosto, según adelantó el propio Josep María Bartomeu hace unos días, ya que sería la fecha pactada entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao para jugar el partido de ida de la Supercopa de España en San Mamés, teniendo en cuenta que el equipo vasco podría estar inmerso a mediados de agosto en las eliminatorias previas para la Europa League, por lo que tampoco cuenta con tantas fechas libres para afrontar la final de la Supercopa. 

Pues bien, el técnico asturiano tendría que empezar desde el minuto uno con su gestión inteligente y mesurada del vestuario, ya que Leo Messi, junto a Javier Mascherano y Claudio Bravo, aterrizarán en Barcelona el 4 de agosto, un día antes de la presentación del torneo Joan Gamper, que parece que se fijará ese día porque se quiere cumplir con la tradición que sea la presentación oficial del equipo en el Camp Nou, 

Así pues, el dilema parece que llegará dos días más tarde del Gamper cuando  tenga que dar la primera lista de convocados para viajar a Bilbao. ¿Estará Messi en la lista pese haber realizado solo tres entrenamientos? ¿Viajará pero empezará el partido en el banquillo? ¿Podría jugar unos minutos si el partido no acaba de encarrilarse? ¿Aceptará Leo de buena gana quedarse en el banquillo?  

No hay duda de que son muchas preguntas que todavía tardaremos en responder porque faltan aún casi dos meses. En cualquier caso, la situación aunque evidentemente no es similar a la que se vivió a principios de enero en Anoeta sí invita a realizar alguna reflexión para evitar que la temporada empiece una polémica innecesaria que acabe lastrando la temporada.

Es evidente que la relación entre Messi y Luis Enrique ha tenido muchos claroscuros, con situaciones casi de ruptura total tras su ‘discusión’ en un entrenamiento, suplencia en Anoeta y posterior ‘espantá’ de una sesión a puertas abiertas en el Mini dedicada a los niños. El cisma entre la estrella y el técnico parecía que iba a resquebrajar todo el vestuario y abocar la temporada hacia el mayor de los fracasos. Pero entonces apareció  el ‘seny’ de los capitanes para poner orden y evitar una auténtica conflagración. A partir de ahí se firmó una especia de ‘pax romana’ para evitar mayores altercados, donde los principales protagonistas intentarían seguir su curso, respetándose al máximo, para evitar perjudicar al grupo. A final los buenos resultados llegaron a rebajar tanto la tensión que el mal rollo se desvaneció dejando paso a un principio de entente, que se dibujó perfectamente en las celebraciones de la Liga, la Copa y sobre todo la Champions, con abrazos y felicitaciones incluidas por ambas partes.

Todo apunta que no habrá ninguna crisis si Luis Enrique coge el toro por los cuernos desde el primer momento y explica bien la situación al ‘crack’. Está claro que Messi no puede ser titular en San Mamés porque solo llevará tres días entrenándose tras pasar un mes de vacaciones, pero sí que sería un gesto inteligente que Leo viajara a Bilbao y que estuviera en el banquillo para salir los últimos veinte minutos.

En cualquier caso, la decisión última la tendrá el técnico asturiano, quien además tendrá que tener en cuenta también que 11 de agosto el equipo se juega el primer título de la temporada en la capital de Georgia, Tflisi, ante el Sevilla: la Supercopa de Europa. La última Supercopa que jugó el Barça ante el Sevilla acabó perdiendo 3-0.