Preocupa Jordi Alba

Jordi Alba y Luis Enrique Martínez durante el Barça-Málaga de la Liga 2016/17

Jordi Alba y Luis Enrique Martínez durante el Barça-Málaga de la Liga 2016/17 / Javi Ferrándiz

Toni Frieros

Toni Frieros

No hace falta ser un lince para concluir que Jordi Albaotrora titular indiscutible e intocable en el once de Luis Enrique, ha ido perdiendo tales condiciones.

Durante la temporada, y de forma más específica y contundente en el último tramo de la misma, se han ido viendo y viviendo situaciones que denotan que hay un cierto alejamiento entre lo que quiere Luis Enrique de él y lo que ofrece el jugador. 

Es evidente que el rendimiento de Jordi Alba no está siendo el esperado y que ya no exhibe las prestaciones que le habían catapultado a ser uno de los mejores laterales zurdos del continente europeo.

Este descenso en su rendimiento preocupa, y mucho, entre el staff y la secretaría técnica porque Alba, por su edad, aún tiene mucho  recorrido y mucho por ofrecer.

Salta a la vista que no se prodiga tanto en ataque, que no desborda como solía hacerloque comete de vez en cuando errores defensivos de bulto... si bien es cierto que también ha protagonizado partidos muy correctos. Es esa falta de regularidad lo que preocupa y ocupa, porque es un futbolista que puede rendir mucho más.

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Mosqueado Alba, por cierto, y como ya ha quedado patente en Madrid, está con la mosca tras la oreja precisamente porque no se le escapa que ha estado ausente en los últimos grandes partidos de la temporada.

Sin ir más lejos, no disputó ni un solo minuto en la noche de la gran remontada ante el PSG a pesar de ser un partido donde hacían falta todos los recursos ofensivos habidos y por haber.

Y esa noche Luis Enrique apostó por una defensa de tres sin laterales puros. Una táctica que, a la luz de los resultados tan positivos, volvió a repetir ante el Valencia en el Camp Nou. Alba tampoco apareció.

El de L’Hospitalet está viviendo en las últimas semanas una situación absolutamente nueva para él ya que no está acostumbrado a ser suplente más allá de las veces que le ha tocado entrar en las rotaciones. Rotaciones que, por otra parte,  aceptaba de buen grado porque eran para que llegara fresco y en condiciones de cara a los grandes partidos de la temporada. Alba tiene que volver a ser el que siempre ha sido.