Abidal le regaló su reloj al niño

Un precioso gesto de Abidal

Éric Abidal tuvo un detalle excepcional con un niño afectado por una enfermedad muy parecida a la que sufrió el francés, haciendo gala de sensibilidad y humanidad

V. Malo

Una carla del lector al diario <strong>La Vanguardia</strong> desvela una bonita historia que tuvo como protagonistas al jugador francés del FC Barcelona Éric Abidal y a un niño afectado por un tumor similar al que padeció el futbolista el año pasado.

La carta, firmada por J. García Serra, padre del niño, explica como ayudaron a su hijo a enfrentar la enfermedad poniendo como ejemplo de superación a Abidal. A lo que el joven se agarró con los ojos cerrados.

Según explica el padre, su hijo se contagió de fuerzas cuando le explicaron que sufría algo parecido a lo que le pasó al francés y poco después de conocer la mala noticia respondió: "Papá, cómprame la camiseta de Abidal. Lucharé como él y ganaré mi propia Champions".

El pasado 5 de enero, en la víspera de Reyes, los jugadores del Barça hicieron un tour por diferentes hospitales de Barcelona, para visitar a niños ingresados. Curiosamente, Abidal fue uno de los tres jugadores designados para visitar la planta en la que se encontraba el chico, y gracias a una enfermera consiguieron que fuese a visitarlo.

La escena fue emocionante, ya que el niño no pudo evitar llorar de la felicidad que le producía conocer a su ídolo en un momento tan duro. "Afectuoso, tierno, simpático, durante diez minutos no paró de abrazarlo", explica García Serra en su carta.

Abidal, ante la sensibilidad del niño, trató de dijurarle una sonrisa en el rostro: "vamos, vamos hermano, que yo estoy aquí para animarte. Yo también estoy peleando contra esta enfermedad y voy a montar una fundación que alegre y haga masajes a los chicos enfermos".

Pero su gesto más destacable lo tuvo al ser preguntado por el reloj que llevaba puesto en su muñeca. Un Rólex seguramente de muy elevado valor. Abidal se lo quitó para colocárselo al niño. "Toma, quiero que te lo quedes. Detrás está grabado mi nombre", aseguró el jugador, sensibilizado.

Pese a la insistencia de sus padres, no hubo manera de convencer a Abidal de que no era necesario un regalo de ese valor. El francés insistió: "Lo que vale ya no me importa. Quiero que él esté feliz".