Pep sorprendió al recordar con exactitud la Grecia campeona de 2004

Pep Guardiola, en su salsa

Pep recibió en su despacho la visita del intelectual griego Nikos Malliaris, a quien le confesó por qué se resiste a firmar un contrato largo

Javier Giraldo

Pep Guardiola recibió ayer la visita del griego Nikos Malliaris, exfutbolista e intelectual, fundador de la penya blaugrana de Atenas y que está trabajando en Barcelona para estrechar lo lazos culturales entre Catalunya y Grecia. Ambos, en compañía del periodista y escritor Rafael Nadal, charlaron animadamente sobre fútbol y cultura en una conversación que dejó detalles muy interesantes. Malliaris, como tantos otros, le preguntó a Guardiola por qué, en estos tiempos tan convulsos, no quiere agarrarse a la seguridad de un contrato largo y el técnico le respondió que el corto plazo le “da mucha más libertad personal” para poder dirigir su vida por el camino que considere oportuno en cada momento, sin pensar en lo que puede ocurrir en el largo plazo.

Pep también sacó a relucir su modestia cuando Malliaris le recordó que gracias a su trabajo, el Barça se ha convertido en el equipo más admirado del mundo. “Eres el camino a seguir”, dijo el griego. “No”, le corrigió Guardiola, “aquí el camino lo marca Messi”.

Ambos charlaron animadamente sobre la selección griega que ganó, contra todo pronóstico, la Eurocopa de 2004, una de las grandes gestas de la historia del deporte heleno. Guardiola sorprendió a Malliaris al darle detalles sobre los jugadores que ganaron aquel torneo.

Malliaris también trasladó a Pep las líneas maestras de su próximo proyecto, la fundación en Creta de una academia de fútbol inspirada en La Masia, que se estrenará oficialmente el próximo 24 de junio. En las próximas semanas se inaugurará además la penya barcelonista de Creta.

La reunión tuvo lugar en el despacho de Guardiola, uno de los rincones donde reside el secreto del Barça. Las imágenes que retratan el encuentro son significativas porque muestran a un Pep íntimo, en calcetines, muy cómodo en el recogimiento de su zona sagrada, en la que se vislumbran, colgadas en la pared, imágenes que ilustran su pasado reciente, dibujos firmados por sus hijos y varias fotos.

Entre ellas, dos fotos en las que Pep sale abrazado a Carlos Naval, el delegado del primer equipo, y un poema de Miquel Martí i Pol. “Tenim a penes el temps de dir les coses de cada dia. Mesurem bé els gests, i els silencis, i les paraules”, reza el texto. (`Tenemos apenas el tiempo de decir las cosas cada día. Midamos bien los gestos, y los silencios, y las palabras¿).