Historia Sport

Pep Guardiola se confesó a oscuras... ¿con su heredero?

Después del espectáculo, la fiesta siguió en la carpa con un cocktail en el que los exresidentes pudieron rememorar con emoción viejas batalla

Jordi Gil

Pep Guardiola tuvo en su último año en La Masia a Lluís Carreras como su principal compañero de viaje. Pep es un año mayor que Lluís, pero ambos se encargaron de dar cobijo a los más jóvenes y ambos también ascendieron conjuntamente al primer equipo de la mano de Johan Cruyff.

La amistad perduró y ayer encontraron un espacio de intimidad detrás de unos separadores publicitarios para rememorar viejos tiempos...y quién sabe si para hablar del futuro del Barça. Guardiola es el presente y Carreras, con su excelente trayectoria en el Sabadell, se perfila como el heredero ideal. Los mismos modos, similar discurso y, sobre todo, parecida idea futbolística. Claro, el patrón que aprendieron en la vieja Masia.

El de Santpedor fue el personaje más perseguido nada más terminar la inauguración oficial. Era la oportunidad de oro para fotografiarse con él, buscar una breve conversación o simplemente estrecharle la mano.

Fue el último componente del primer equipo en abandonar el acto. Eso sí, antes de irse tuvo tiempo para charlar con el ex jugador Okunowo y aprovechar la presencia de Lluís Carreras para charlar con él. Viendo las muchas cámaras que le perseguían, Pep se llevó al entrenador arlequinado tras un separador y mantuvo una conversación de unos diez minutos que a, diferencia de los saludos distendidos con otros invitados, quiso mantener en privado. Sin micrófonos de por medio que facilitiaran interpretaciones, pero su simple encuentro ya habló sobre cuál sería uno de los candidatos que Guardiola puede señalar si se le pide recomendación para sustituirle.

Un futuro que todavía debe ser lejano si Pep mantiene la ilusión por seguir, pero el sello de La Masia perdudará con la hornada de técnicos que siguen su estela.