la historia del barça

Peiró: Un extremo rápido y escurridizo

Peiró solo jugó tres partidos con el primer equipo del FC Barcelona, en 1951, pero dejó huella de su clase

Jaume Peiró,el día de su debut en Les Corts contra el Racing de Santander (2-1) la temporada 1950-51

Peiró, el día de su debut en Les Corts contra el Racing de Santander (2-1) la temporada 1950-51 / sport

david salinas

Jaume Peiró Arbonés (Barcelona 09-08-1931) jugó en el primer equipo del FC Barcelona la temporada 1950-51. Delantero rápido, incisivo y escurridizo, de poca estatura pero combativo, podía jugar por las dos bandas. Formado en la cantera azulgrana, su paso por el primer equipo fue efímero debido a la feroz competencia que existía en la delantera de por aquel entonces. Hizo carrera en el Sporting de Gijón, Jaén y Valladolid.

Comenzó a jugar en el equipo juvenil del Poble Sec, el barrio en el que nació, como delantero centro la temporada 1948-1949. Tenía 17 años. Lo vieron los cazatalentos del Sant Andreu y se lo llevaron al Amateur cuatribarrado la campaña siguiente. Ese curso, 1949-1950, jugó también algunos amistosos con el Sants bajo las órdenes del recordado Agustí Sancho, exjugador del FC Barcelona en llamada Edad de Oro.

Prueba en el FC Barcelona

Peiró dejó el Sant Andreu por un amigo, Joaquim Borràs, que lo animó a presentarse a una prueba con el equipo de Aficionados del FC Barcelona. Ramon Llorens, el entrenador, otra vieja gloria barcelonista, no dudó en ficharlo después de verlo en acción. Su juego fue brillante, explosivo. Empezó la temporada 1950-1951 con los Aficionados del FC Barcelona pero muy pronto dio el salto al primer equipo.

"Un sueño hecho realidad"

El 4 de marzo de 1951, con 19 años, debutó contra el Racing de Santander en Les Corts (2-1). "El sueño se hizo realidad", recordó Peiró a SPORT en septiembre de 2014. "La noche anterior del partido llovía a cántaros. Sabía que no podría dormir porque siempre he sido muy nervioso. Imagínese: lluvia, ruido, debut en Les Corts... ¡qué  nervios! Estábamos concentrados y le pedí a Àngel Mur padre alguna cosa para conciliar el sueño. Me dio una pastilla.

-¿No podrían ser dos? -pregunté

-Chico... ¿Te has vuelto loco, o qué? Una, y a la cama -me costestó".

debutó con daucik

El Barça ganó. Ese día, Daucik, el entrenador, formó con Ramallets; Curta, Biosca, Martín; Gonzalvo III, Seguer; Basora, Marcos Aurelio, César, Szegedi y Peiró. El técnico escogió a Peiró para cubrir la baja del argentino Nicolau (lesionado) y la de Manchón (al que había dado descanso). Pero Peiró no volvió a jugar nunca más en Liga con el Barça. Sí lo hizo en Copa, contra el Sevilla y el Atlético Tetuán.

El 'abrazo' de Kubala

El partido contra el Sevilla fue muy especial para él. Se jugó el 3 de mayo de 1951, el día del debut de Laszi Kubala en Las Corts. El 1-2 del duelo de ida no hacía peligrar la clasificación. Peiró recordó también episodios de esa tarde: "El campo estaba lleno. A rebosar. ¡Qué gentío, madre mía! Nadie quería perderse el debut de Kubala en casa. Laszi marcó el primer gol, de penalti. A mí me dio el segundo en bandeja y a Basora, el tercero. Cuando yo marqué el segundo me cogió y me levantó del suelo con aquellos poderosos brazos y casi me llevó así, volando, hacia el centro del campo". También recordó que, de la emoción, "no oí el pitido final del árbitro y allá que me iba yo solo hacia el marco andaluz...".

Los títulos de 1951 también fueron suyos

El último partido que jugó con el primer equipo fue el 10 de mayo de 1951, también de Copa y en Les Corts, contra el Atlético Tetuán (4-1). El Barça ganó la competición del KO el 27 de mayo, contra la Real Sociedad (3-0) en Chamartín. Peiró vio la final en la grada. Y, con todo el derecho del mundo, consideró esa Copa ganada por los míticos Kubala, César, Seguer, Ramallets, Biosca, Gonzalvo III, Calvet y compañía, también cosa suya. Igualmente, siempre se sintió campeón de la Liga 1950-1951 pese a tomar parte en un solo partido.

De aquellas semanas en las que Barcelona vivió días de gran felicidad recordó, especialmente, la figura de Kubala. "Un gran jugador, pero mejor compañero. No conocí nunca nadie tan solidario como él. Lo daba todo. Además, era un apasionado: Después de los entrenamientos, cuando todos deseábamos irnos a la ducha, él se quedaba en el campo para ensayar penaltis, faltas, regates...".

Regreso al filial y... adiós al Barça

La temporada 1951-1952, la de las Cinco Copas, regresó al filial, entonces la SD de La España Industrial. Y siguió allí en la siguiente, 1952-1953, la del ascenso frustrado a Primera. Una prueba irrefutable del potencial que atesoraba el FC Barcelona en su equipo reserva. Solo la presencia de cracks en el primero privó a muchos otros grandes jugadores saborear la gloria en Les Corts. Peiró fue uno de esas figuras que se encontró con las puertas cerradas.

Sporting de gijón

Tuvo discrepancias con el entrenador, Miguel Gual y, con 22 años, le salió la posibilidad de jugar en el Sporting de Gijón. No lo dudó. Se fue a Asturias. En el Sporting estaba el exbarcelonista Nogués al frente del equipo y lo reclamó. Sin embargo, con el equipo de El Molinón vivió la amargura del descenso el curso 1953-1954.

Jaén

Del Norte pasó al Sur. Recaló en el Jaén, en Segunda División. Allí permaneció cuatro años, hasta la temporada 1957-1958. Vivió un ascenso. En su último año jugó el primer partido en el Camp Nou, un Barça-Jaén (6-1) el 6 de octubre de 1957, que además fue el primer duelo oficial que albergó el coliseo azulgrana, inaugurado el 24 de septiembre de ese año. "Ahí estaba yo, pero en el equipo contrario. No tuvimos ninguna opción. Nos pasaron por encima", recordó.

Valladolid y Jerez

La temporada 1958-1959 la jugó con el Valladolid, en Segunda. Allí coindició con futuros jugadores del FC Barcelona, caso de Endériz y Benítez. También logró un ascenso. La temporada 1959-1960 siguió en Zorrilla (con poca participación) pero la siguiente (1960-1961) fue traspasado al Jerez, de Tercera División, por 200.000 pesetas. Aquí vivió uno de los episodios más surrealistas de su carrera.

La sanción de ocho partidos

En un partido de ascenso a Segunda, contra el Málaga (23 de mayo de 1960) lo expulsaron y lo castigaron con... ¡¡ocho partidos de sanción!! "No hice nada", recuerda Peiró. "El central que me marcaba me derribó y cuando me levanté a decirle cuatro cosas, de repente, empezó a dar vueltas por el suelo. El árbitro interpretó que lo había agredido. Con las cámaras que hay hoy en día se habría comprobado lo que dije entonces y lo que vio la gente que estaba en el campo menos el juez".

Manresa y Calella

Peiró dejó Jerez sin cobrar parte de su ficha para volver a Catalunya. Tenía 29 años y todavía ganas de seguir dándole al balón. Fichó por el Manresa, en Tercera División, donde coincidió con Joan Martínez Vilaseca. Después defendió la camiseta del Calella, también en la División de Bronce, gracias a las gestiones de otro mito azulgrana, Paco Rodri. Y todavía pudo seguir jugando, en el Europa, pero ya tenía suficiente...

Carpintero, dependiente, cobrador de seguros...

Se incorporó de lleno a la vida laboral. Primero en una carpintería que regentaba su padre y después en una papelería del Poble Nou. También fue cobrador de recibos y quiosquero, en Roger de Flor-Gran Via.

Últimos años

Peiró falleció en la madrugada del viernes 11 de noviembre de 2016 a los 85 años de edad. Su esposa, Carmen, ya había fallecido años atrás. En la recta final de su vida vio, con gran satisfacción e ilusión como prosperaba su único nieto, el hijo de su hijo Jaume, que perdió la vida en un accidente de tráfico. El funeral por Peiró tuvo lugar el domingo 13 de noviembre (11.10 horas) en el Tanatorio de Sancho de Ávila. No fue una ceremonia muy concurrida. El FC Barcelona hizo llegar una corona de flores.