Paulinho ha justificado ya el coste de su fichaje

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El brasileño Paulinho ha quemado etapas con tanta rapidez que ya se puede dar por concluido su proceso de aclimatación al Barcelona. El centrocampista, que fue titular ante el Olympiacos, completó ante los griegos un partido sin ningún lunar y dejó claro a su técnico, Ernesto Valverde, que está a su disposición para cuando el equipo le necesite.

Paulinho ha necesitado muy poco tiempo para despejar cualquier duda y demostrar que tiene calidad suficiente para ser titular en el Barcelona. Tiene porte, potencia, calidad y, sobre todo, mucho oficio. En el partido del Barcelona ante el Olympiacos se movió con mucha comodidad en ataque y no escatimó esfuerzos en las tareas de recuperación. Es un jugador que cubre mucho terreno y eso siempre ayuda.

ofensivo

Al brasileño se le vio con asiduidad en el área rival, donde siempre se ofreció como alternativa, y también se mostró preciso en la circulación del balón. Estuvo a un gran nivel en todos los apartados. Sólo le faltó algo de suerte para culminar alguna de sus llegadas. La más clara se produjo en el minuto 24, cuando cabeceó en el área un gran centro de Iniesta y el balón se estrelló en el larguero. También probó suerte desde fuera del área con un potente disparo que se marchó por encima del larguero en el minuto 17’. Y en el 70’ se quedó frente a frente ante el portero del Olympiacos, pero su disparo a bocajarro fue rechazado por éste.

A Paulinho se le vio muy cómodo a la hora de asociarse con Messi. Exhibió una gran fluidez con el balón y se mostró muy intenso en las tareas de recuperación. No cometió ni un error y confirmó que será un jugador muy importante, por más que en estos momentos Valverde considere a Iniesta y Rakitic como los teóricos interiores titulares.

Paulinho se ha ganado el crédito de la grada, de su técnico y de sus compañeros con una inusitada rapidez. Nadie se acuerda ya de los 40 millones que el Barcelona tuvo que pagar para hacerse con sus servicios. Y eso es mérito únicamente del brasileño.