Paso al frente de las vacas sagradas

"Creer y creer, siempre". Este fue el mensaje de Andrés Iniesta como capitán del equipo

Los jugadores piensan en revertir la situación

Los jugadores piensan en revertir la situación / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

Atripas corazón. Y la suerte es que no es una situación nueva para el Barcelona de Luis Enrique. Ocurrió en Anoeta en la primera temporada y en Vigo la segunda. En este curso no se había vivido un partido tan desastroso como esos y pasó en uno de eliminatoria, cuando la situación es cara o cruz. El Barça sabe que se encuentra en un momento muy delicado, quizás el más complejo la era Luis Enrique. Los jugadores admiten que es así y no encuentran otra solución que la asumida por aquel entonces: Encerrarse en sí mismos para centrarse exclusivamente en lo deportivo, en lo futbolístico, en los que les atañe para una idea conjunta, para hacer frente común, con concentración, unión y liderazgo.

Acostumbrados a los títulos y pese a la disconformidad de algunos con el estilo de juego, las siete vacas sagradas (Messi, Neymar, Suárez, Piqué, Busquets, Iniesta y Mascherano) están dispuestos a tirar del carro en un futuro inmediato. No son jugadores de bajar los brazos. La empresa es complicada pero el objetivo es hacer blindarse hasta el partido del PSG con la idea recuperar sensaciones. Solo de esta manera puede desaparecer el cabreo que todavía tienen por la derrota en París y pensar en sumar puntos para seguir presionando al Madrid.  El reto, según se desprende de las reuniones mantenidas el miércoles en el vestuario azulgrana, es sumar confianza a partir del juego y de los goles. “Creer y creer, siempre” era un mensaje lanzado ayer por el mismo capitán Andrés Iniesta en las redes sociales.

La salida

Es la única solución porque solo a través de las buenas sensaciones se puede llegar al 8 de marzo con alguna aspiración.  A la Chanmpions no se puede ir con malas sensaciones y acumular alegrías a través de los partidos de Liha es la vía para mitigar la decepción de Paris y pensar en la posibilidad de soñar en darle la vuelta a la eliminatoria. El equipo está convencido de que hay que llegar hasta la orilla en las mejores condiciones para que después pase lo que tenga que pasar.

Para ello, durante estos 19 días es clave mantener la máxima prudencia de puertas a fueras y de analizar la situación de puertas adentro para mejorar el juego y y se tengan argumentos lo suficientemente consolidados para pensar en, al menos, vender cara la piel contra el PSG.

Es, además, la única manera para contagiar a la afición de optimismo. La plantilla sabe que falló  en el Parque de Los Príncipes y que es ella la de que debe dar el primer paso para devolver la confianza a la grada. Y el corazón del Barça, a través de sus pesos pesados, esta dispuesto a hacerlo.

No solo está el plano colectivo, que es el más importante, sino el individual, que también cuenta. Después de caer en cuartos de final la pasada temporada, caer en octavos en la actual es un palo muy fuerte para el prestigio de muchos de ellos cuando hay en juego otros premios como puede ser el Balón de Oro para Messi o la Bota de Oro para Suárez.