Tito volvió al banquillo y Pedro brilló con dos goles

Oro para el Barça, carbón para el Espanyol

El Barça empieza el 2013 igual que lo acabó: como una moto. Las fiestas y los turrones no han pasado factura al equipo, que arrolló al Espanyol en un derbi que solo tuvo un color: el azulgrana

Ricard López

Fue una tarde de Reyes feliz para los culés. Por varias razones. La primera, y sin duda más importante, por el regreso de Tito Vilanova al banquillo 18 días después de haber sido operado. Sus discípulos le correspondieron con un partidazo difícil de olvidar. Los 'magos' Xavi, Pedro (2) y Messi, de penalti, sentenciaron al Espanyol con cuatro goles cuando aún no se había cumplido media de hora de juego. El Barça continuó su histórica racha de triunfos, con 17 en 18 jornadas de Liga. Y se mantiene firme en el liderato.

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Liga BBVA

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Alineaciones
Barça
Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Alba, Xavi (Thiago, min.63), Sergio Busquets, Cesc (Villa, min.65), Pedro (Alexis, min.75), Messi e Iniesta.
Espanyol
Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno, Capdevila, Forlín, Baena (Cristian Alfonso, min.60), Víctor Sánchez, Verdú (Stuani, min.64), Simao (Albín, min.77) y Sergio García.

Más que un partido, fue un auténtico regalo. Los Reyes fueron dadivosos con un Barça que se lo mereció todo... pero no con el Espanyol, que sólo se llevó carbón del Camp Nou. Los 'pericos' volvieron a las andadas y vieron truncada su racha de cuatro partidos sin perder con Javier Aguirre en el banquillo.

Los azulgranas, en cambio, no dieron opción en ningún momento a su rival. A los nueve minutos, Xavi lograba el 1-0 culminando en boca de gol, como si fuera un '9' de los de toda la vida, un pase desde la izquierda de Andrés Iniesta. El capitán, abonado al gol en los últimos tiempos -también vio puerta la jornada pasada en Valladolid- sólo tuvo que empujar el balón a la red tras una rapidísima combinación colectiva de banda a banda. 

Con Cesc en la media, Iniesta jugó como falso extremo izquierdo durante toda la primera mitad. Y cómo jugó. El manchego estuvo celestial entre líneas. No sólo asistió y nutrió de balones con generosidad a sus compañeros, sino que además estuvo a punto de marcar. Si no lo hizo, fue porque Casilla, en el 13', se interpuso en su camino.

El portero españolista ya no pudo hacer nada muy poco después, al cuarto de hora, cuando Pedro inició su recital marcando el 2-0. El canario, oportunista, culminó dentro del área pequeña otra rapidísima triangulación colectiva. Cesc centró desde la izquierda, Messi la tocó en el área... y el '17' metió el pie lo justo para marcar.

La recuperación del olfato goleador de Pedro fue, sin duda, otra de las grandes noticias de la velada. El canario, siempre entregado en labores defensivas y solidario con el equipo, llevaba tiempo peleado con el gol. Y en el derbi se desquitó a lo grande. El 3-0, en el 26', también fue obra suya. Recibió un pase sensacional de Busquets desde la media, que lo dejó solo ante Casilla, y superó al meta españolista 'picando' con sutileza el esférico por encima suyo. Una acción que bien hubieran podido firmar Xavi y Leo Messi.

Una semana más (y van...), el argentino no faltó a su habitual cita con el gol. Messi logró el 4-0 en el 29', al materializar un dudoso penalti de Casilla a Cesc. El meta españolista vio la amarilla... y luego no pudo detener su lanzamiento. 

El Barça soltó el pie del acelerador tras el póker de goles. Aunque pudo marcar muchos más. De hecho, los marcó, pero no subieron al marcador. A Pedro le anularon dos tantos por fuera de juego. El primero, en el 65' a pase de Cesc, no lo era. Y el segundo, en el 73', fue dudoso.

En cualquier caso, el Barça continuó divirtiéndose y jugando a su antojo. Superada la hora, empezó el carrusel de cambios. El primero en irse fue Xavi, que cedió su sitio a Thiago en el 63'. Y, tras él, entraron Villa por Cesc (65') y Alexis por Pedro, en el 75'. El 'Guaje' y el canario se llevaron dos de las grandes ovaciones de la noche.

El Espanyol a duras penas inquietó a Valdés un par de veces en todo el partido. La primera, con 2-0 en el marcador, cuando Sergio García remató a las nubes un mano a mano (23'). Y la segunda, en el 79', cuando el meta azulgrana desbarató una contra de Albín.

El Barça se quedó a las puertas de la 'manita'. Y eso que lo intentó. Messi, en el 80', envió un chut de falta al travesaño. De todas formas, el trabajo ya estaba hecho. Y muy bueno, por cierto. Los azulgranas no bajan la guardia y continúan imparables su camino hacia el título. Si siguien a este nivel, difícilmente se le puede escapar. Pero aún queda toda la segunda vuelta. Mucho todavía.