Brasil, 3- Argentina, 4

Neymar solo puede ser espectador de otra exhibición de Messi

Leo Messi solito se bastó para derrotar a Brasil con una espectacular exhibición y tres goles de bella factura

Josep Capdevila

En los primeros minutos de partido, pareció que el protagonismo sería más de Neymar que de Messi. Cuando Leo tocó el primer balón, ya en el minuto 9, Neymar ya había protagonizado un par o tres de buenas acciones, entre ellas un disparo desde fuera del área (3') que salió fuera. La segunda acción de peligro también fue para el brasileño, con otro disparo lejano que se fue lejos de la portería de Romero (10').

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Amistoso Internacional

3
4
Alineaciones
Brasil
Rafael, Rafael Silva (Danilo, 79'), Bruno, Juan, Marcelo, Sandro, Rómulo (Casemiro, 73'), Óscar (Giuliano, 59'), Hulk, Damiao (Pato, 67'), Neymar
Argentina
Romero, Zabaleta, Fernández, Garay, Rodríguez (Campagnaro, 89'), Gago, Mascherano, Sosa, Di María (Agüero, 73'), Messi e Higuaín (Lavezzi, 87')

Brasil dominaba a placer y Argentina, agazapado detrás, no existía. Messi se aburría y Neymar estaba mucho más activo. En Argentina el mejor hombre era su portero, Romero, que en el minuto 15 supo solventar muy bien un cara a cara con Hulk. Pero el mejor juego de Brasil tuvo su recompensa en el minuto 22. Neymar, inteligentemente, sacó rápido una falta para Rómulo, que entró dentro del área y con un buen disparo batió al portero argentino. Era el 1-0.

Parecía que el gol podía suponer un duro golpe para los hombres de Sabella. Pero ya se sabe. Quien tiene a Messi, tiene un tesoro. Antes de la media hora, Neymar protagonizó dos jugadas polémicas dentro del área. En la primera el penalty pareció bastante claro y más discutible fue el de la segunda jugada.

Parecía que el segundo gol de Brasil estaba cerca, pero nada más lejos de la realidad. En tres minutos, dos jugadas muy parecidas y dos goles de Messi. En ambos casos, robo de balón en el centro del campo, pase en profundidad para Leo y este que bate al portero Rafael. En el primer caso es Higuain quien le hace el pase en profundidad y Messi bate al portero con un buen disparo. En el segundo caso, el pase lo hace Di María y antes de chutar a placer, Leo dribla muy bien al balón brasileño. Curiosamente, en los dos casos, dos asistencias de jugadores del Real Madrid para Messi.

A pesar del 1-2, Brasil siguió con el dominio del juego en los últimos minutos. Nuevo pase de Neymar para Hulk y el portero Romero que evita el gol del empate con una buena intervención (36'). De nuevo el portero argentino mandando a córner un remate de Neymar (42') y en el 44' remate de cabeza de Sandro que manda el balón alto. Con ese 1-2, todos a vestuarios.

En el segundo tiempo, Brasil volvió a salir dispuesto a llevar la iniciativa, buscando el gol del empate. La primera ocasión fue para Hulk (6'), que remató alto tras una buena jugada individual. Argentina reaccionó con dos ocasuones casi consecutivas de los madridistas Di María e Higuain. Al primero, el portero le desvió el balón y en el segundo caso, el delantero argentino remató demasiado cruzado y la pelota salió fuera por poco.

Y a los 10 minutos llegó el empate de Brasil. Jugada que inicia Neymar, con centro dentro del área, Damiano hace un gran control y le da el balón en bandeja a Oscar para que, viniendo desde atrás, remate cruzado al fondo de la portería. Era el 2-2.

Poco a poco empezó el carrusel de cambios en los dos equipos y el juego se resintió. Brasil era quien seguía teniendo el control del partido, ante una Argentina agazapada como en gran parte del primer tiempo y un Leo Messi al que no le llegaban balones. Bajó el juego, pero no los goles. En el minuto 26, saque de esquina que lanza Neymar (como todos los de Brasil), el portero Romero, después de hacer un gran partido, se la "come" y Hulk remata al fondo de la portería. Era el 3-2. Y cuatro minutos después, en otro saque de esquina, lanzado por el Kun Agüero, el defensa Fernández, de cabeza, remata a gol. Era el empate a 3.

Se entraba en los últimos 15 minutos de partido, con la igualdad en el marcador. Pero Messi no había dicho la última palabra. Primero ya le tuvieron que hacer falta al borde del área, El lanzamiento lo hizo el propio Leo y el portero Rafael mandó el balón a córner. Y solo dos minutos después, un auténtico golazo. Coge el balón en el centro del campo, se va en solitario haciendo una larga diagonal, regateando a un par de jugadores que le salen al paso y aún desde fuera del área lanza un autentico obús que se cuela por la escuadra de la portería brasileña. Impresionante.

Una tangana en el tiempo de descuento, con expulsión de Lavezzi y Marcelo, supuso el punto y final a un partido entretenido y que nos volvió a mostrar la mejor imagen del mejor jugador del mundo y, probablemente, de la historia.