Neymar, más voluntad que acierto

No se escondió. Era consciente que sin Messi en el campo, los ojos del Camp Nou se centrarían mucho en él. Y Neymar buscó el balón, se ofreció, intentó hacer muchas cosas pero, ciertamente, no fue su mejor día como jugador del Barça. Comenzó como "falso" 9, se movió mucho por todas las posiciones de la delantera, e incluso bajó al centro del campo a buscar balones. Nada que reprocharle. Hizo todo lo que se le pedía, pero no estuvo tan brillante como en otros partidos.

Claro que la historia de Neymar en este partido podría haber sido otra muy distinta si, como podía parecer a priori, hubiese tenido un papel más importante en el lanzamiento de los penaltis y faltas directas. Pero ni lanzó la primera falta directa que hubo (lo hizo Cesc) ni las dos penas máximas que hubo, y que lanzaron Iniesta y el mismo Cesc. Eso sí, en el lanzamiento de faltas laterales, sí que demostró que tiene un guante en su pierna, en especial en una que Alexis Sánchez remató muy bien de cabeza y el portero despejó el balón con dificultades. 

Participó mucho en el juego del equipo, en especial en el primer tiempo, pero no tuvo ocasiones claras de gol. La más clara, de hecho, llegó en el segundo tiempo tras un gran pase de Iniesta, pero estaba en fuera de juego. Volvió a recibir muchas faltas y volvió a ver una tarjeta amarilla, por una falta por detrás sobre un rival. Lleva ya tres en este campeonato de Liga.

En el minuto 37, Neymar fue sustituido por el joven Adama Traoré. Y es que la cantera azulgrana siempre suele tener soluciones para todas las posiciones.