juegos olímpicos de río de janeiro 2016

Neymar, el líder positivo

El blaugrana se ha ganado la admiración de los jóvenes integrantes de la seleçao por su empeño y determinación en los entrenamientos 

sin-ttulo-7

sin-ttulo-7 / sport

Joaquim Piera

Neymar Jr. ataca, define y cuando su equipo pierde el balón es el primero en iniciar la presión alta que tanto le gusta al seleccionador brasileño, Rogério Micale. El crack blaugrana ha sorprendido a propios y extraños por la intensidad en que se ha ejercitado en la primera semana de preparación de los JJOO de Río de Janeiro, en Teresópolis. Con una temperatura que ha bajado en algún día hasta los 6 grados e incluso entrenando bajo una niebla espesa, Ney se ha vaciado escenificando que se ha tomado muy en serio la lucha por el oro olímpico. Fue por eso, que ya había empezado a prepararse por su cuenta desde inicios de julio con su personal trainer, Ricardo Rosa. El delantero barcelonista llegó a Teresópolis ya rodado, y consciente que el volumen de trabajo que acumule estos días con su selección será importante para el transcurso de toda la temporada.

QUÍMICA EN LA DELANTERA

 Sus compañeros están alucinando con Ney. Para un grupo eminentemente joven, donde solo hay tres futbolistas mayores de 23 años, convivir en régimen de concentración con un crack mundial es una oportunidad única. Todos, incluyendo sus colegas de ataque Gabriel Jesus y Gabigol, estaban dispuestos de antemano a correr lo que fuera necesario para la estrella indiscutible del equipo. Tal vez, lo que no esperaban es que Ney fuera el que liderara la presión y el que pidiese en todo momento más y más intensidad defensiva. A Neymar se le ha visto feliz y motivado, con un semblante desenfadado como nunca se le detectó en los dos últimos años bajo la dirección de Dunga. Con su estilo bromista, que tan bien conocen sus compañeros en Barcelona, Ney no desaprovecha la oportunidad de mofarse de sus colegas, principalmente de los porteros en las rondas de penalti improvisadas tras las sesiones preparatorias.

Está muy claro que el barcelonista ha comulgado con el fútbol de toque rápido y descaradamente ofensivo que Rogério Micale está proponiendo, que nada tiene que ver con el juego de cartón piedra que Felipao y Dunga expusieron los últimos años. Verse rodeado de dos delanteros leves y eminentemente técnicos, como Gabriel Jesus y Gabigol, con los que puede asociarse, potencia las virtudes de Ney. Finalmente, el blaugrana ha encontrado con su selección, aunque sea la olímpica, compañeros de ataque que hablan su mismo idioma futbolístico. Sin duda, todo va a favor de Ney. Incluso con una formación que está siendo probada, con cuatro delanteros, con la inclusión de Luan (Gremio). En el medio del campo, finalmente Brasil juega con un solo pivote defensivo (posición por la que están luchado Rodrigo Dourado, Thiago Maia o Wallace). Los otros dos centrocampistas se incorporan bien desde atrás como son el caso de blaugrana Rafinha o Felipe Anderson (Lazio), lo que asegura que el balón llegue constantemente con calidad desde atrás. Los guiños de Ney con su técnico, Rogério Micale, son constantes. Hay sintonía entre ambos. El blaugrana sonríe con las propuestas de renovación táctica que parece que se han instaurado en su país, por lo menos en el proyecto olímpico.