LAS ROTACIONES GENERAN CONTROVERSIA

Neymar no encajó bien la suplencia ante el APOEL

El brasileño esperaba jugar y dar continuidad al ataque con Leo y Luis Suárez  

Neymar, en el banquillo de Nicosia

Neymar, en el banquillo de Nicosia / sport

Javier Miguel

La goleada y el juego arrollador que el Barça evidenció contra el APOEL dejaron más que satisfechos a toda la expedición blaugrana. Sin embargo, hubo un futbolista que no se contagió del buen rollo generalizado y lució un rostro más serio de lo habitual durante todo el viaje de regreso a Barcelona. Neymar no disfrutó en la misma medida que sus compañeros del 0-4 en Nicosia.

Todo tiene su explicación. El brasileño estaba convencido tras el buen partido desplegado frente al Sevilla que el tridente ofensivo tendría continuidad. La importancia del encuentro de Champions le hizo pensar que Luis Enrique no tiraría de rotaciones en el ataque y volvería a alinear de entrada al trío formado por Messi, Luis Suárez y el propio Neymar.

El brasileño no acertó en sus pronósticos y horas antes del partido supo que Pedro formaría de entrada y que él sería el delantero sacrificado frente al APOEL. Ni una mala palabra ni un solo reproche. Neymar encajó con resignación la decisión del técnico, aunque no pudo evitar algunos gestos y actitudes que sí reflejaron su descontento por verse apartado de la titularidad en un momento dulce del equipo y, en especial, en un momento de gracia para los delanteros blaugrana.

Durante los 90 minutos del encuentro, la cómoda victoria del Barça fue recogida con cierta algarabía en el banquillo. Comentarios desenfadados y muestras de alegría con motivo del ‘hat trick’ de Messi y el estreno goleador de Luis Suárez. Neymar fue la pequeña excepción. El brasileño estuvo de lo más discreto, celebró de forma comedida las dianas de sus compañeros y se recogió en el vestuario al final sin grandes alardes.

No fue un día para sus habituales risas y constantes bromas producto de su buen humor y espontaneidad. Y eso tampoco pasó desapercibido durante el vuelo de madrugada rumbo a Barcelona. Ajeno a casi todo, se mantuvo serio y lució un rostro visiblemente contrariado.

No es la primera vez que Neymar se ve relegado al banquillo en un once inicial. De hecho, el arranque de temporada no fue fácil para el brasileño. Por culpa de unas molestias físicas se perdió el debut liguero y, posteriormente, en el desplazamiento a Villarreal no pisó el terreno de juego hasta bien entrada la segunda parte. Desde entonces se ha afianzado como uno de los baluartes del equipo. Su facilidad goleadora –está en disposición de batir todos sus registros– ha sido clave para sacar de más de un apuro al conjunto de Luis Enrique. Junto a Luis Suárez y Neymar están llamados a formar el ataque más letal del momento.