Morata, el heredero de Morientes

Álvaro Morata, a quien el Real Madrid traspasó en el verano de 2014 a la Juventus por no entrar en los planes de Carlo Ancelotti tal y como esperaba, alumbra como una de las amenazas para el club merengue, que ya en el pasado sufrió con otro futbolista al que no quiso, Fernando Morientes, una eliminación en la Champions.

El retirado delantero perdió su condición de titular en el Real Madrid tras el Mundial de 2002 por el fichaje de Ronaldo y un año después, en el verano de 2003, acordó su cesión al Mónaco en una negociación supersónica cuando se daba por hecha su marcha al Schalke 04 alemán. El extremeño se sumó al equipo del Principado entrenado por Didier Deschamps y si bien en la Liga francesa su desempeño fue irregular (marcó 10 goles en 28 partidos), su concurso en Europa fue soberbio.

Morientes anotó 9 goles en 12 partidos de Champions y fue clave en la clasificación del equipo para la final del torneo por primera y única vez en su historia pero antes de ello, en los cuartos de final, se tomó una dulce venganza por el desprecio con que le trataron Carlos Queiroz y Florentino Pérez, quienes forzaron su salida de la plantilla al comienzo de la temporada.

El Madrid, que acababa de eliminar en octavos al Bayern, remontó en la ida el inicial 0-1 de Squillaci con cuatro goles que le daban medio billete para las semifinales. Hasta que Morientes marcó el 4-2 en el minuto 83 y devolvió la esperanza al Mónaco. En la vuelta, disputada el 6 de abril, Raúl avanzó al equipo merengue en la primera mitad. Y a partir de ahí llegó la locura. En el tiempo añadido empató Giuly y apenas comenzar la segunda mitad Morientes marcó el 2-1 antes de que otra vez Giuly anotase el 3-1 que por el doble valor de los goles en campo contrario sentenció el fiasco del Real Madrid.

Al cabo de once años un ex vuelve a cruzarse en el camino del Madrid y, como entonces, lo hace después de que el presidente Florentino hiciera todo lo posible para que hubiera abandonado el club. Álvaro Morata, surgido de la cantera del Getafe y que jugó en el Real Madrid desde edad juvenil, se marchó a la Juventus ante el poco protagonismo que intuía en el Bernabéu.

Y volverá a ese Bernabéu como la amenaza de un rival que despertará el recuerdo de lo sucedido con Morientes.