COPA DEL REY: FC BARCELONA-VILLANOVENSE

Migas y caldereta, la poción mágica del Villanovense

El míster no dejó que sus jugadores cenaran una vianda extremadamente calórica, pero de un sabor exquisito, que tenían preparada. No era la dieta ideal para deportistas, aunque todos disfrutaron con la visita a un local emblemático

Los jugadores del Villanovense llegaron alrededor de las 20.00 horas al Hogar Extremeño y durante una hora charlaron de forma distendida con sus paisanos. Las migas fue el plato estrella, aunque para desgracia de los futbolistas nolas pudieron probar

Los jugadores del Villanovense llegaron alrededor de las 20.00 horas al Hogar Extremeño y durante una hora charlaron de forma distendida con sus paisanos. Las migas fue el plato estrella, aunque para desgracia de los futbolistas no las pudieron probar / sport

Jordi Gil

El Hogar Extremeño de Barcelona recibió con los brazos abiertos a la expedición del Villanovense. Su presidente, Prudencio Exojo, preparó el local con mucho mimo ante la visita que debía recibir de la expedición desplazada a Barcelona, una vez que los jugadores concluyeran su entrenamiento vespertino en la Ciutat Esportiva. Los futbolistas tenían su mesa preparada y la receta perfecta para cualquier extremeño: migas y caldereta de cordero.

Los cocineros se esmeraron en preparar dos grandes cazuelas en las que no faltaba de nada. Las migas iban acompañadas de su pimiento, tocino, chorizo y ajo y la caldereta de cordero estaba aún cociéndose para que estuviera en su punto como segundo plato. Fue una tarde de intenso trabajo en la cocina, no solo para los jugadores, sino para toda la expedición oficial de unos 80 componentes. Además de directivos y de representantes oficiales también se desplazaron las novias y familiares de los futbolistas para vivir una jornada inolvidable.

El chasco para los jugadores llegó cuando el míster les dijo que ni hablar de probar las migas. Hoy juegan el que puede ser el partido de  sus vidas y en el buffete del hotel les esperaba la pasta y el pollo, mucho más recomendable para un deportista, aunque mucho menos sabrosas que los manjares extremeños. Los futbolistas se relamieron sentados en su mesa y viendo como las viandas no serían para ellos. Los familiares y directivos tuvieron mucho más suerte.

La plantilla tuvo que conformarse con unos refrescos y comprobando con sus teléfonos móviles las noticias que ya iban apareciendo de ellos. Los más futboleros se entretuvieron viendo el Reus-Atlético de Madrid que se emitía por televisión. “¡A ver si hacéis lo mismo! ¡Qué os haremos un monumento en la Plaza Catalunya!”, se escuchó cuando el Reus marcó su gol. Los jugadores no lo tenían tan claro como sus enfervorecidos seguidores.

Las migas ya estaban a punto y algunos jugadores no pudieron reprimirse de, como mínimo, verlas en la cocina. “Venga, a comer, que esto os daría energía”. El cocinero vio como su proclama se quedaba sin respuesta y los rostros cariacontecidos de los jugadores que tendrían que conformarse con la pasta del hotel. Eso sí, el míster dio ejemplo. Julio Cobos también se acercó a la cocina y respondió que “si los jugadores no comen, yo tampoco”. Y así lo cumplió. Al cabo de una hora de estar en el Hogar Extremeño, la expedición se marchó al hotel de concentración para cenar, descansar y acabar de preparar el partido.

La cena continuó con un orgulloso Prudencio Exojo al frente. El presidente del Hogar Extremeño había explicado a los jugadores el honor único que tiene en esta eliminatoria. “Soy la única persona del mundo que soy socio del Barcelona y el Villanovense. Estuve en el partido de ida y repetiré en el Camp Nou. Lo que habéis hecho ya es una victoria, pero nos conformaríamos con un empate con goles”, dijo al terminar su discurso con una sonrisa y la ovación de los presentes. “Lo vamos a intentar”, dijeron los futbolistas con modestia.

Prudencio es nacido en Villanueva de la Serena y desde los once años vive en Catalunya. Se expresa en un perfecto catalán y solo por un día no querrá que el Barça gane. “Estamos disfrutando mucho con su juego, pero éste es el día del Villanovense”, apuntó.

Las autoridades que viajaron con el equipo también estaban entusiasmadas. “Me quedo para siempre con el gran trato que nos dio la directiva del Barça en Villanueva, empezando por el presidente Bartomeu”, comentó el concejal de deportes, Manuel Fernández. El primer teniente de alcalde, Luis Solís, alentó a los jugadores y hoy se sumará en el placo el alcalde de la ciudad,  Miguel Ángel Gallardo.

Su ilusión es disfrutar de un gran partido, pero los futbolistas también quieren competir, como hicieron en el partido de ida. Su visita al Hogar Extremeño estuvo marcada por el rigor de un equipo que no se toma el partido de forma frívola. Quisieron estar al lado de sus paisanos extremeños y compartir una hora con ellos, pero la prioridad era el partido de la noche.

Esta actitud ya se vio en el entrenamiento celebrado en Sant Joan Despí. Los jugadores se ejercitaron con la misma tensión que hacen antes de medirse a rivales de su grupo de Segunda División B. Saben que la misión es prácticamente imposible, pero quieren dejar la mejor imagen posible en un marco como es el Camp Nou y ante el campeón de Europa.

Ya tendrán tiempo de intercambiar camisetas y hacerse fotos con los cracks del Barça cuando termine el encuentro. Antes tocará dar guerra, como hicieron en casa arrancando un histórico empate sin goles.

Los jugadores cogieron la cama con ilusión y también con agotamiento. Se habían levantado a las cuatro de la mañana para viajar a Barcelona y era el momento de empezar a soñar con un partido que les tendrá con los ojos muy abiertos.