Leo anotó los dos goles de la remontada azulgrana

Messi salva al Barça y entra en la historia

El Barça perdía 1-0 en Santander cuando, en el minuto 58, Pep Guardiola dio entrada al astro argentino. El solito revolucionó el partido marcando el gol del empate y poco después el tanto de la victoria, el histórico gol 5.000 del Barça en la Liga.

Abraham Clotet

Los temores de Guardiola a punto estuvieron de hacerse realidad. El Barça de los récords, el que buscaba el gol 5.000 jugando como los ángeles, a punto estuvo de embarrancar en el Cantábrico. Solo se salvó porque tiene en sus filas a un jugador único, diferente, especial: Leo Messi.

La primera parte empezó como siempre. El Barça dominaba, tocando y tocando, mareando a un rival que, pertrechado atrás, perseguía el balón espoleado por una afición entregada que llenó el Sardinero hasta la bandera.

Sin Messi, reservado por Guardiola, pero con Henry, Eto'o e Iniesta, el Barça buscó el gol con el mismo dibujo que suele plantear pero sin tanta gracia y, sobre todo, sin ninguna efectividad.

Por primera vez en lo que va de Liga, el Barça no chutó ni una sola vez a puerta en todo el primer tiempo. Un dato significativo que viene a dar la razón al técnico azulgrana: si se descuida, el Barça es sencillamente un equipo más. Un dato que también reconoce los méritos del Racing de Muñiz, orden e intensidad desde el primer minuto.

Los locales pudieron incluso adelantarse en el marcador. Fue gracias a una jugada indivudual del menudo Pereira quien se internó solo en el área de Valdés y estrelló el balón en el palo en la única ocasión clara del partido en el primer tiempo (11').

La ausencia de fútbol fue la peor noticia que deparó una primera parte insulsa, jugada en un terreno muy castigado y terminada con la senación de que el Barça empieza a dar síntomas de cansancio y es cada vez menos divino y más mortal.

MESSI MARCA LAS DIFERENCIAS

Se intuía que en Santander llegaría el gol 5.000 del Barça en la Liga, se especulaba con el nombre del jugador que podría entrar en la historia; Eto'o, Messi, Henry... El debate corría por las calles de Barcelona y por poco el Racing se encarga de romperlo de cuajo.

Una jugada aislada, un contraataque llevado por el rapidísimo Pereira lo midió mal Márquez que terminó derribando al delantero racinguista cuando éste ya encaraba a Valdés. Penalty inapelable y amarilla para el mexicano. El espigado Zigic se encargó de batir a Víctor y adelantar al Racing (1-0, 55').

Un jarro de agua fría y una cura de humildad que el Barça de los récords encajó sin que se le cayeran los anillos. Guardiola buscó en su baraja y encontró el as que buscaba: Messi entró por Busquets.

Lo que pasó a partir de ese instante bien podría entrar en la leyenda del Barça. Primero Henry centró para que Xavi, cada vez más suelto en el juego aéreo, rematara al larguero. El rechace cayó al segundo palo donde Messi llegó con su desparpajo habitual para empujar el empate con la derecha su 15º gol en la Liga (1-1, 64').

El tanto hizo renacer al Barça. Los jugadores se creyeron que cuando quieren son grandes y, con Messi en el campo, todavía más. Y en la misma jugada, por el mismo precio, al Racing le entró el miedo.

Pero faltaba la traca final. Messi pescó un balón caído del cielo, lo controló con el pecho entrando en el área y empalmó con la derecha (y con el alma) un trallazo que se coló cruzado a la diestra de Toño (1-2, 80').

EL GOL 5.000

Era el gol de la victoria del Barça, el que certificaba que el líder está intratable. Un gol histórico porque entrará en los libros como el gol 5.000 del FC Barcelona en la Liga. Y entrará en la historia ligado para siempre al nombre de Leo Messi, un futbolista único que, en Santander volvió a demostrar que está por méritos propios entre los mejores del mundo.

El Racing no desfalleció y buscó el empate, pero el partido se congeló con el segundo gol de Messi. No así el árbitro, Fernández Borbalán, quien todavía tuvo tiempo de amonestar a Márquez y Piqué que vieron sendas tarjetas rojas (la segunda amarilla en ambos casos). Ni ellos ni Alves, que vio la quinta amarilla del ciclo, podrán jugar ante el Sporting el domingo que viene.

Fue una anécdota más. El Barça acabó con nueve el día que Messi marcó el gol 4.999 y el gol 5.000 de la historia del Barça. El día que él solito deslió un partido trabado. Lo importante es que el Barça de Messi sumó una nueva victoria y certificó que sigue a años luz de los demás equipos de la Liga.

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