Dos goles de Leo dieron el triunfo al Barça

Messi fue mano de santo en Santander

El FC Barcelona aguanta el pulso en la Liga y se mantiene a diez puntos del Madrid tras ganar al Racing con dos goles de Leo Messi

Ricard López

El Barça fue a lo suyo. A jugar bien y a sumar de tres en tres. No le queda otra ante un Madrid que no cede ni un palmo de terreno, y que mantiene los diez puntos de ventaja en la Liga. Dejando de lado escándalos arbitrales -Sagués Oscoz 'perdonó' en la víspera dos claros penaltis a los blancos por manos de Alonso y Sergio Ramos-, y los pueriles intentos de José Mourinho de desprestigiar a Pep Guardiola, el equipo volvió a dar un golpe sobre la mesa y a decir: "aquí estoy yo". Su mensaje fue claro: aquí nadie se rinde, ni da la Liga por perdida, y todos lucharán hasta el final en busca del milagro.

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Liga BBVA

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Alineaciones
Racing de Santander
Mario Fernández; Francis, Álvaro, Bernardo, Cisma; Colsa (Adrián, min 62), Gullón; Arana, Diop, Munitis (Jairo, min 70); y Babacar (Stuani, min 46).
FC Barcelona
Valdés; Alves, Mascherano, Puyol; Busquets, Xavi (Keita, min 83), Iniesta, Cesc Fabregas; Cuenca (Tello, min 73), Messi y Pedro (Adriano, min 87).

Vuelve Puyol... y el 3-4-3

Los azulgranas fueron valientes en el Sardinero. Sin Piqué, sancionado, el entrenador barcelonista 'rescató' la defensa de tres y planteó un 3-4-3 con el recuperado Puyol -que recibió el alta poco antes del partido- como lateral zurdo, Mascherano en el centro y Alves por la derecha. La media se la repartieron cuatro 'peloteros' -Xavi y Busquets por el centro, e Iniesta y Cesc abiertos a las bandas-. Y en punta Leo Messi, arropado por Pedro y Cuenca, que entró en lugar del lesionado Alexis.

El partido fue un monólogo de principio a fin. El Barça monopolizó el esférico, y mareó como quiso a un Racing que intentó mantener el 0-0 a cualquier precio. De nada le sirvió. Plantar el autobús atrás suele ser suicida cuando enfrente se tiene a un futbolista como Leo Messi. El argentino llegó a Santander después de haber marcado el miércoles cinco de los siete goles del Barça al Bayer Leverkusen (7-1). Su hambre ante las porterías rivales es insaciable, y esta vez volvió a ser letal y determinante.

Iniesta, al larguero

Los catalanes fueron siempre a por el triunfo y dieron su primer aviso al cuarto de hora, con un lanzamiento de falta de Messi que Mario Fernández despejó como pudo a córner. En el 22', Iniesta estuvo a punto de abrir la lata con un exquisito disparo picado en el área, pero su chut se estrelló en la cruceta. Y en el 24', Cesc volvió a disparar al 'muñeco' ante el meta local -que fue, de largo, el mejor de su equipo.

Juego duro del Racing

Las faltas y la dureza tampoco le sirvieron al Racing para contrarrestar las embestidas azulgranas. En el 10', el árbitro, Del Cerro Grande, amonestó a Francis por una durísima entrada en plancha a Cesc, merecedora de expulsión. Y en el 23', hizo lo propio con Babacar, que pisó el tobillo a Busquets al más puro 'estilo Pepe', con nocturnidad y alevosía. A pesar de que el de Badia quedó 'tocado', sólo vio la amarilla.

'Regalo' de Cesc... y gol de Messi

El Barça no se arrugó, y al filo de la media hora, llegó el 1-0. Xavi se plantó en el balcón del área y abrió hacia la derecha para Cesc. El de Arenys se internó, sirvió el pase de la muerte al área pequeña como si fuera un extremo diestro... y allí, solo a puerta vacía, Leo Messi sólo tuvo que enviar su 'regalo' a la red (0-1, 28').

¡Por fin un penalty!

Los de Guardiola dominaron la posesión a su antojo. El balón iba de un lado a otro sin que ningún futbolista cántabro supiera cómo hacerse con él. Aún jugando a medio gas, el dominio del Barça era aplastante. Y así, en el 55', llegó el 2-0. Tras una combinación, Cesc se internó en el área y allí fue derribado por Álvaro. Y, por fin, un árbitro se atrevió a pitar un penalti a favor del Barça en esta Liga. El cuarto de la temporada. Messi lo ejecutó a la perfección, transformándolo en el 0-2 definitivo (56').

Cuenca se crece

El pulso no tuvo mucha más historia. La goleada pudo ser mayor, pero Mario mantuvo vivo al Racing con sus intervenciones. Cuenca, desbordante por la banda, se sumó a la fiesta estrellando un balón en el poste en el 60', después de una magnífica acción individual. El canterano demostró con su chispa y aplomo habituales que tiene sitio en este once.

Las ocasiones se sucedieron en el área cántabra, y Pedro también tuvo el tercero en sus botas. Pero Mario le adivinó la intención en el mano a mano (84'). No importó. El Barça ya tenía los deberes hechos, y la Liga sigue como estaba. Pase lo que pase, este Barça no piensa rendirse y plantará cara hasta el final.