¡Messi estuvo en peligro cuando viajó con el mismo avión que el Chapecoense!

Joaquim Piera (Sao Paulo)

El incumplimiento de la normativa de abastecimiento de combustible originó el trágico accidente de la delegación del Chapecoense en Colombia, que provocó 71 muertos y solo 6 supervivientes. La misma aeronave, de la compañía boliviana LaMia, repitió exactamente el comportamiento imprudente cuando, en las primeras horas del viernes 11 de noviembre, transportó la selección Argentina, con Leo Messi a la cabeza, tras perder contra Brasil (3-0), en partido de clasificación para Rusia 2018.

Según informó el rotativo Folha de Sao Paulo, el vuelo chárter, contratado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), realizó el trayecto Belo Horizonte – Buenos Aires, con menos autonomía de vuelo, de lo que dictamina tanto la normativa brasileña como la argentina.

La aeronave tardó 4 horas y 4 minutos en enlazar las dos ciudades,  restándole solo 18 minutos hábiles de viaje, que es la autonomía que dispone el modelo Avro RJ85, cuando tiene el tanque absolutamente lleno.

Según la normativa existente, tanto en Brasil como en Argentina, la aeronave tendría que contar con la posibilidad de realizar 45 minutos extras de vuelo sobre el plan de viaje presentado. Por este motivo, obligatoriamente, tendría que haber hecho una escala para reabastecer, que nunca realizó.

La AFA, que atraviesa por gravísimos problemas financieros, eligió la compañía LaMia, porque le presentó el presupuesto (de 99.000 dólares) más bajo de los seis que pidió.  Sin embargo, la federación argentina niega esta versión, en una nota enviada a Folha de Sao Paulo.

“El procedimiento fue igual al de siempre, pedimos los presupuestos de viaje a una agencia que siempre trabaja con la AFA y la empresa contratada fue analizada como las otras, pero el factor económico no  fue el principal, porque, de hecho, esta empresa no era la más barata”, indicó el máximo organismo del fútbol argentino.

Según el director de comunicación de la AFA, Francisco Nabais, se decantaron por la compañía boliviana LaMia porque “vimos que la empresa ya trabaja en Sudamérica, que transportaba otras selecciones y confiamos que era una empresa seria como las que habían mandado el presupuesto”.