Messi, el especialista en faltas

Las faltas de Messi, al detalle

Las faltas de Messi, al detalle / sport

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hace 12 años un jovencísimo Leo Messi filmó un spot premonitorio. La escena sigue presente en el imaginario culé. El anuncio se cerraba con un lanzamiento a balón parado del argentino y una frase que ahora suena a profecía. “Recuerda mi nombre”.

En las inferiores no sorprendió ese golpeo afinado, porque en el famoso cadete que compartió con Cesc y Piqué (el de la generación dorada del 87) era uno de los especialistas.

Ahí coincidió por primera vez con Tito y empezó a deslumbrar con una habilidad maradoniana para sortear rivales. Lo explicó de maravilla el escritor Eduardo Galeano en sus últimos años de vida. “Así como Maradona lleva la pelota atada al pie, Messi lleva la pelota dentro del pie”. 

Las jugadas a balón parado no eran, por aquel entonces, el gran reclamo de aquel pibe con flequillo Beatle. Pero cuando volvió a coincidir con Tito –esta vez en el primer equipo– el entonces segundo de Guardiola le pidió que se atreviera más a menudo.

Lo recordaba así Unzué el año 2012. “Tito lo hablaba con Leo. Le decía que le pegara. Le animó a lanzarlas. En los últimos tiempos se le veía entrenarlo más”. Messi había ido perfeccionando los lanzamientos de falta en la sombra desde la etapa de Rijkaard. En sus inicios en el primer equipo escuchaba, asentía y callaba. Pronto descubrió las jerarquías del primer equipo y se encomendó a Ronaldinho y Deco.

El laboratorio

En esa época era habitual verles practicando lanzamientos tras los entrenamientos. Messi disfrutaba golpeando el balón con los pies descalzos, aunque sabía que su turno todavía no había llegado.

“Me acuerdo de Leo viendo a Ronnie y Deco lanzar faltas al final del entreno y quedarse sentado. Era muy observador y tomó esa decisión. Le preguntabas: “¿Y tú? ¿No chutas?” y te respondía que no”, recordaba el ahora segundo de Luis Enrique. “Es interesante verle lanzar las faltas [continuaba]. No necesita coger mucha carrera y tiene una gran precisión. La clave es su cabeza, cree muchísimo en él”.  

En Messi tan asombrosa es su longevidad –no se recuerdo a nadie jugando a su nivel durante tanto tiempo– como su capacidad para desmentir sus (supuestos) puntos débiles

Cuando llevaba el dorsal ‘30’ se decía de él que fallaba demasiadas ocasiones. Más tarde, que su pie derecho no estaba a la altura de su zurda. También hubo quien reparó en su juego de cabeza. Y, finalmente, se le tenía por un lanzador de faltas del montón.

Con el tiempo’ ha devuelto las críticas con intereses. Es el máximo goleador de la historia del Barça. Inventa  goles inverosímiles con el pie derecho. Puede quedarse suspendido en el aire como en la final de Roma. Y ya lleva más goles a balón parado que el héroe de Wembley.  

En total, 27 con picos de acierto tan asombrosos como esta temporada, donde encadenó tres goles en tres partidos. Koeman valoraba así su evolución a este diario el pasado mes de enero. “Yo tenía un golpeo muy fuerte tanto con el empeine como con el interior, pero es él es capaz de colocar la pelota donde quiere. Es algo innato. Fíjate en esos desplazamientos de balón de lado a lado del campo”.

La historia de Leo con las faltas está llena de personajes que han contribuido a que sea todo un especialista. Entre ellos no podía faltar Maradona, siempre presente en el relato sobre La Pulga.

En febrero de 2009, tras una práctica con la albiceleste, se quedó a practicar y se le fue fuera un lanzamiento. Fue entonces cuando intercedió Diego. “Poné la pelota acá y escuchame bien: no le saques tan rápido el pie a la pelota porque si no ella no sabe lo que vos querés”. Y ahí sigue La Pulga haciendo historia con un balón dentro del pie

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"3971172"}}