Messi: "¿De dónde sacaron todo esto?"

Cuando en la redacción de SPORT empezamos a pensar en cuál era la mejor manera de homenajear a Messi por sus 300 goles en el Camp Nou, a nuestro compañero Tomàs Andreu se le ocurrió la idea de reunir 300 balones en una portería. Parecía imposible porque había pocos días de margen: tocaba ponerse manos a la obra. 

Tras varias llamadas, los responsables de la tienda Fútbol Emotion, en el barrio barcelonés del Born, nos prometieron que podrían facilitarnos los 300 balones desde su almacén en Zaragoza. 

Lo primero fue pensar en el transporte desde la capital aragonesa: el primer trámite se cumplió sin demasiados problemas. Eran 17 cajas de balones Adidas Tango deshinchados. Ahora tocaba hincharlos.

Es entonces cuando entran en escena dos jóvenes de La Garriga, Edu Melchor y Adrià Rius, amigos de Valentí Enrich, uno de los fotógrafos de SPORT encargado de preparar la logística del reportaje con Messi. Sin Edu y Adrià, la foto de Messi rodeado de 300 balones hubiera sido sencillamente imposible.

cuatro horas y media hinchando balones

Ellos se encargaron de recoger los balones en la redacción de SPORT, trasladarlos a su almacén en La Garriga y dedicar una tarde entera a inflarlos con un compresor. Fueron cuatro horas y media hinchando balones. También fueron ellos los encargados de trasladar las pelotas a primera hora de la mañana a la Ciutat Esportiva Joan Gamper. 

La cita con Messi era alrededor de las 10.15 de la mañana, ya que el entrenamiento empezaba a las once de la mañana. Valentí Enrich, Joan Monfort y Marc Casanovas, los fotógrafos desplegados por SPORT, habían calculado que necesitarían al menos un par de horas para preparar todo el material: desplegar los 300 balones, trasladar una escalera de cuatro metros para tomar fotos en picado y realizar numerosas pruebas para que nada fallase. 

Dos horas de preparación

Poco antes de las ocho de la mañana, la furgoneta de Edu y Adrià entraba en las instalaciones de la Ciutat Esportiva tras superar el preceptivo control de seguridad. El Barça nos había citado en el campo 9, y allí aparcó la furgoneta para empezar a descargar las cajas con los balones, la escalera y todo el material que necesitarían los reporteros gráficos.

A las 9.15, los fotógrafos ya habían organizado todo el material y comenzaron a probar las cámaras, comprobar la luz y tirar fotos de prueba. Ellos mismos ejercieron de modelos a la espera de la llegada del 'crack'. 

Messi apareció a las 10.08 minutos, sonriente y relajado. Posó encantado, se sorprendió al ver tantos balones juntos, firmó unos cuantos autógrafos y se fue al vestuario para preparar el entrenamiento.

Habían sido varios días de trabajo para una sesión de fotos breve (cuatro minutos y medio, exactamente), pero intensa. No todos los días se tiene la oportunidad de realizar una sesión así con el mejor futbolista del mundo.

Al final de la sesión, solo la cámara de Valentí Enrich tenía guardadas 258 fotos, entre las pruebas y la sesión en sí.