"Papá, ¿por qué no has hecho gol?"

"Sos más que un jugador, representas nuestra identidad futbolística", le tiró el seleccionador Óscar Tabárez, con un video-mensaje previo a la entrega de la Bota de Oro 2015-16, la segunda de su carrera.

 "Le ganaste a todos siendo vos", recordó Abreu, uno de los primeros referentes de Suárez. "Como decimos aca en Uruguay, les jodiste". Nada mejor que aquellas personas que participaron en los inicios del delantero para retratar a Luisito Suárez, "el uruguayo", como todo el mundo le llama.

Porque ahí está la naturaleza del ariete; su fe inquebrantable y ánimo competitivo. "Un guerrero" como le definió Guardiola en la previa ante el City.

A Suárez se le escapaba la risa con las anécdotas que contaban excompañeros y amigos. Por ejemplo cuando el loco Abreu explicó que le pidió que cogiera el testigo del dorsal 13. Pero, en palabras suyas, "le pudo presión".

Cuando Suárez quería ser como el loco Abreu

Lo que ocurrió fue que  no marcó durante tres meses con el '13', y se pasó finalmente al '9'. Suárez recogió el guante y le lanzó un pase picadito al loco. "Cuando subí al primer equipo de Nacional estaba Abreu. Mi deseo era ser como él... menos mal que no lo fui".

A Suárez se le escapaba la risa hasta que reparó en sus hijos, la otra Champions del uruguayo, y a punto estuvo de poderle la emoción. Se le torció un poco la voz, pero posó junto a ellas encantado.  

"Como delantero mis compañeros saben de la ambición que tengo por marcar pero a veces erro lo más fácil y se ríen de mí"

Benja y Delfina le entregaron el premio. Y Suárez bromeó luego con la exigencia de los más pequeños. "Ayer Benja me preguntó: Papa ¿por qué no has marcado? Pero estaba contento porque el vecino había hecho gol".

Ese vecino estaba ahí, en primer fila junto a Iniesta y Busquets. Ese vecino marcó un hat-trick ante el City de Guardiola y colecciona tres Botas de Oro. 

La vida de Suárez ha estado marcada siempre por una determinación encomiable por cumplir sus sueños. Y en cada etapa se ha marcado un objetivo. Pero a pesar de que la gente lo tiene por un obstinado del gol.

"Cuando llegué al Liverpool no me imaginaba ser el goleador y cuando vine al Barça tampoco. Cuando vine acá solo quería la Champions".    

Su descubridor Wilson Pérez, otro de los protagonistas en las imágenes de video, puso bajo sospecha esta teoría de que los goles fueran secundarios. "No le pasaba el balón a los compañeros; no sólo para ganar, sino porque les cobraba por cada gol", explicó entre risas. 

En el Barcelona el matador, como se le conoce en su país, disfruta de goles i títulos. "Muchas veces solo tengo que empujarla", se arrancó. Para luego matizar con cierta sorna: "pero no voy a sacarme méritos, hay que estar en el lugar que estar".

"Cuando vine acá no pensaba en ser el goleador; solo quería la Champions"

Fue un discurso medido y marcado por esa humildad que sigue exhibiendo tanto en el campo (es el primero en presionar) como cuando trata de definirse. "A veces hago lo más difícil y erro lo más fácil. Mis compañeros a veces se ríen de mí".