El taxista los vio cansados

"Mascherano pagó los 20 euros de la carrera"

El taxista Carles Pinós, que llevó a Messi y Mascherano hasta la Ciutat Esportiva, convirtió a los dos cracks en fotógrafos accidentales

E.Blasco

Carles Pinós era ayer el taxista más feliz de toda Barcelona. Hasta el día de ayer, habían pasado por su coche famosos como los actores José Coronado o Juanjo Puigcorbé, pero nunca un jugador del Barça. Culé reconocido dentro del gremio, ayer no podía creerse a quién llevaba sentados en su taxi. Había estado esperando hora y media en el aeropuerto de El Prat cuando de repente llegó su turno para coger pasaje, “cuando me di cuenta de que eran Messi y Mascherano no me lo podía creer, me puse muy nervioso y no me salían las palabras, no sabía qué decirles para no meter la pata, si hablarles de balones o de kiwis”, decía ayer el taxista más mediático del día.

Casualidades de la vida, Pinós estaba en el lugar, el sitio y el momento. “Fue un trayecto muy tranquilo, ellos miraban el teléfono y no hablaban mucho, se les veía cansados”, reconocía Carles, a quien el trayecto se le hizo eterno, “solo fueron 10 o 15 minutos, porque la Ciutat Esportiva está cerca del aeropuerto y no hay mucho tráfico, pero se me hizo larguísimo porque imagínese que tengo un accidente llevando a los dos cracks en mi coche”. En esta ocasión, a Mascherano le tocó rascarse el bolsillo, “fue él quien me pagó los 20 euros de la carrera”.

El taxista llevó a Leo y Javier hasta la puerta del vestuario y no dejó pasar la oportunidad de su vida, convirtiendo a los dos futbolistas en fotógrafos accidentales. “La verdad es que la foto que me hizo Messi salió muy bien, la clavó”, en cambio, “Mascherano me hizo la foto a contraluz y de más lejos y no se ve muy bien”. A Carles le faltó tiempo para llamar a su mujer y sus dos hijos y explicar la anécdota del día, “fue el día más feliz de mi vida como taxista”. Y es que también aprovechó para hacerse una foto junto a Adriano, quien había ido a la Ciutat Esportiva a hacer recuperación.