Marc Cardona, de la Primera Andaluza a la Champions a base de goles

Marc Cardona vivió una noche muy especial

Marc Cardona vivió una noche muy especial / sport

IVAN SAN ANTONIO/MANOLO GOL

Marc Cardona, nada más acabar el Barcelona-Mönchengladbach en el Camp Nou, utilizó la palabra "sueño" para definir lo que había vivido, lo que está viviendo. Suele ser una palabra tantas veces repetidas que acaba perdiendo contenido. No es su caso.

El leridano ha pasado, en cinco meses, de jugar en la Primera Andaluza con el Sanluqueño B durante la temporada 2014-2015 a disputar su primer cuarto de hora en la máxima competición europea de clubs con la camiseta del Barcelona. En el Camp Nou. Definir su situación de "sueño" podría incluso quedarse corto. Y lo mejor para Marc Cardona es que, aunque se pellizque, no va a despertar porque lo que está viviendo es todo real.

El Barcelona se fijó en él en la promoción de ascenso a Segunda B que disputó la pasada temporada con el Sanluqueño. Suyo fue el gol que acabó dando el ascenso al equipo andaluz. Pero Marc Cardona mantiene un idilio con el gol desde hace muchos años. En su segundo año de juvenil, con el San Benito, marcó 33 goles en 24 partidos. Siendo aún juvenil jugó tres partidos con el Sanluqueño B en la Primera Andaluza, marcando un gol al Chiclana.

La siguiente temporada, la 14-15, ya la disputó con el filial, con quien marcó 11 goles (uno de penalti) en 24 encuentros. Ese mismo año ya jugó, con 19 años, siete partidos en Tercera con el primer equipo, anotando un gol. La siguiente temporada fue la que le llevó al Barcelona después de marcar 19 goles en 26 partidos en Tercera con el Sanluqueño. También disputó cinco partidos y un gol en la promoción de ascenso.

En su primer año con la camiseta del Barça suma 7 goles en 10 partidos, más los dos que marcó en el partido de Copa Catalunya ante el Manlleu. Se trata de cifras espectaculares teniendo en cuenta, además, que se perdió varias semanas por lesión. Su mejor gol, seguramente, fue la vaselina de volea que marcó en el campo del Lleida.

Marc Cardona tiene un instinto natural para el gol que no se aprende. A poco que vaya confirmando todo lo que se intuye, su evolución en el Barça tiene muy buena pinta.